«Queridos Reyes Magos: Por favor, un trabajo para mami»

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Galicia hará realidad el día 6 los deseos de miles de niños sin recursos

14 dic 2013 . Actualizado a las 11:19 h.

Elfos. Al fin y al cabo, si los Reyes son pura magia, basta con encontrar el número adecuado de elfos para que les ayuden en su ardua tarea con los juguetes y que ningún niño en Galicia se encuentre sin regalo el 6 de enero. Con esa intención nació Elfos y Calcetines (www.elfosycalcetines.org), iniciativa de la mosense Lala Dóniz. Al inscribirse en la web, cada elfo asume un juguete nuevo que no supere los 30 euros. La única recompensa, la sonrisa de un niño.

Lala empezó buscando los calcetines más remendados rastreando en los servicios sociales de varios ayuntamientos y asociaciones como Cáritas o Aldeas Infantiles, e invitó a los críos a redactar cartas. Piden hasta tres regalos a sus majestades. Reciben uno. Pronto empezaron a llegar misivas «muy dulces», se emociona la impulsora de la idea. Una pequeña escribe: «Queridos Reyes, por favor, un trabajo para mami, que lleva cinco años en paro». O también: «Un empleo para papi, que con el de mamá no nos llega».

«Ni siquiera piden para ellos», observa Lala. Un muchacho de un centro de acogida quiere juguetes «para un bebé de seis meses que acaba de ingresar». «Nada para mí», añade. E impresiona ver que los que pasan más necesidad son los que apenas desean «un balón o ropa». Otro niño redactó: «Queridos Reyes, necesito un libro de texto para el cole». Excede en cinco euros el límite, pero lo tendrá.

Sueldos de 500 euros

A esta arrolladora combinación de realismo e inocencia empiezan a responder los elfos apuntándose desde toda Galicia. Pero es que también llegan paquetes por correo urgente de Cádiz, Valladolid... La cadena de favores, incontenible, generó «más de mil elfos para 800 calcetines». La lista de participantes se cerró el 24 de noviembre, «pero la gente siguió apuntándose», explica Dóniz, que tuvo que pedir a las asociaciones nuevos calcetines para rellenar. La campaña se repetirá el año que viene.

Para facilitar la tarea a los elfos colaboran tiendas y agrupaciones de las cuatro provincias en las que se pueden entregar los paquetes. Desde allí llegan a casa de Lala, «bastante humilde», furgonetas atiborradas de cajas que convierten su vivienda en una juguetería a la espera del reparto a asociaciones que empezará la semana próxima.

¿Y qué saca ella de esto? Más bien, qué pierde: «Estoy en paro desde hace un mes, pero ni me planteo dejarlo. Es muy sacrificado, aunque maravilloso. El gasto en gasolina es asumible y lo compensa la gente que he conocido, dispuesta a todo por ayudar a los niños». Elfos y calcetines jamás se cruzan. Todo es anónimo. En el medio, por supuesto, los Reyes.

Decenas de agrupaciones impulsan en Galicia campañas para miles de padres que necesitan una mano. Nicolás, de 8 años, irá a la cabalgata para pedir un juego de construcciones. Solo eso. «Sabe que no le pueden traer mucho más», dice Rocío, su madre, que se beneficia de la iniciativa coruñesa de Cáritas. Su hijo es «feliz» con su regalo, pero «ya ha dicho que su hermano, de seis meses, tendrá de todo porque le prestará sus juguetes».

Paula, coordinadora de la campaña de Cáritas en la ciudad, asegura que «cada día son más frecuentes las peticiones», siempre de familias con un pequeño sueldo o una sola Risga. Los ingresos por vivienda no superan los quinientos euros. El año pasado se ocuparon de 471 niños; «esta vez serán más». La entrega a los Reyes Magos se hará el 2 y el 3 de enero, pues a la vista de todo esto, su existencia parece incuestionable.