Miles de personas abarrotaron la villa, convertida en capital gastronómica
24 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Lalín inventó la Feira do Cocido en 1969, y desde entonces ha sabido mantenerse como un referente gastronómico pantagruélico en la antesala del carnaval. Con independencia de la situación socioeconómica que se viva, Lalín es cita inexcusable para miles de gallegos cada domingo anterior al de entroido. Y ayer la capital dezana demostró una vez más, con autobuses y automóviles copando la localidad y llenando los restaurantes para degustar un cocido, que ha sabido mimar este plato como ninguna desde la excelencia de su magnífica despensa.
No es de extrañar que Eduardo Punset reconociese en su pregón que «la feria, vuestra feria, es una muestra excelente de que la vida está no solo para pasarla, sino para disfrutarla». No hacía falta la arenga del divulgador científico, pero el público que se agolpaba en las calles centrales de Lalín se aprestó a corroborar sus palabras. Antes de gozar del cocido, lo hicieron en un desfile con una veintena de charangas, comparsas y carrozas, con una vistosidad que llevó al presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, a llevarse su propio reportaje gráfico en el móvil, inmortalizando a los protagonistas desde el palco de autoridades. Tenía buenas vistas, a cambio de soportar unas ráfagas de aire frío que hicieron aparecer bufandas y dar gracias a Florentino por el buen paño de las capas de los comendadores do cocido, que además de lucir diseño les permitían sobrellevar el momento. Una nómina de comendadores a la que ayer se incorporaron, entre otros, Juan Carlos Escotet, fundador de Banesco y nuevo propietario de Novagalicia Banco, así como Pedro López Jácome, del consejo de administración de Banesco y Banco Etcheverría y con orígenes por parte materna en la parroquia lalinense de Botos. También la directora general de Tráfico, María Seguí; la directora de la Axencia de Turismo de Galicia, Nava Castro; el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo; o el diputado autonómico del PP y teniente alcalde de Lalín, Román Rodríguez.
El cocido, fiesta de interés turístico nacional, busca la distinción internacional. El dato poco importa a los más de 60.000 visitantes que según la organización llenaron Lalín: su presencia es el mejor aval para una feria que no sabe de crisis.