La generación que apostó por el «made in Galicia»

María Vidal Míguez
María Vidal LA VOZ

SOCIEDAD

BENITO ORDOÑEZ

Pleno al quince para los diseñadores gallegos en la primera edición del Premio Nacional de la Moda

15 jun 2014 . Actualizado a las 12:47 h.

Aunque sus estilos a la hora de crear puedan ser diferentes, hay algo que ninguno de los tres puede negar: su apuesta por el made in Galicia. Mos (Pontevedra), San Cibrao das Viñas y Verín (Ourense) no hubieran sido lo que son ahora, ni sus nombres hubieran sonado por el mundo entero, si Pili Carrera, Adolfo Domínguez y Roberto Verino no hubieran confiado un día en el potencial gallego. Se emplearon a fondo, pusieron todos sus esfuerzos sin saber dónde estaba la canasta, y anotaron un triple. (Nunca mejor dicho).

Roberto Verino asegura que lo hicieron en un momento clave. «Estábamos convencidos de venir a desarrollar nuestros proyectos aquí, porque estábamos seguros de que era un cambio que el país necesitaba. Yo creo que hemos sido muy generosos porque nos hubiera sido más fácil hacerlo en entornos donde la gente estaba más preparada, donde el consumo estaba más desarrollado o era más capaz». Continúa relatando sus inicios pero lleva la conversación a su experiencia personal. «Yo en mi caso haberme venido a Verín a generar toda una actividad del mundo de la moda en un entorno rural donde no había ninguna tradición industrial y menos textil, ha sido un esfuerzo de titanes. Si bien esto ha sido así la respuesta ha sido magnífica lo que viene a dejar claro la capacidad que tiene nuestra gente».

Pili Carrera destaca que si hay algo que tienen en común los tres es «llevar tantos años trabajando en el sector, al final la experiencia y el buen hacer de cada firma se ha visto reconocida».

Si estar nominado es un premio en sí, compartir la candidatura con otros dos gallegos es un «placer». ¿Estamos ante el mejor momento de la moda gallega? Pili Carrera no lo niega, pero va más allá y cree que el momento es el de la moda española en general. «Fuera de nuestras fronteras el sello de Made in Spain cada vez está más valorado». Es cierto, como dice Verino, que llevan mucho tiempo demostrándolo. «Pero esto es como un espaldarazo, que después de una amplia selección en el panorama nacional hayamos quedado tres gallegos es una prueba indiscutible del potencial de Galicia», concluye.

La preparación del relevo

Ojalá continúen por muchos años al frente de sus empresas, pero conscientes de que no son eternos ya han comenzado a preparar el relevo. De hecho, en el caso de Pili Carrera ya se ha producido. Su hija Salomé es la que está al frente de la empresa desde hace unos meses, «aunque yo sigo trabajando y acudo a la fábrica todos los días porque me apasiona lo que hago».

En el horizonte de Roberto Verino también está dar el testigo por lo que ya están formando a los que vienen detrás pisando fuerte para cuando tomen las riendas. «Ellos serán capaces para que nuestras marcas se proyecten en el tiempo, porque la marca será eterna nosotros más. Hay gente más formada de lo que nosotros estábamos, y hay que conseguir que el talento no se vaya de nuestra zona».

Los comienzos

Domínguez

Los comienzos de Adolfo Domínguez se remontan a 1973 a un pequeño taller de sastrería. Fue tras finalizar sus estudios de arte y cine en París, cuando el ourensano comienza a trabajar en el comercio de su padre, el germen de lo que hoy es Adolfo Domínguez.

Verino

Tras estudiar Bellas Artes en París, regresó a Ourense convencido de que lo suyo era la moda y se hizo cargo de la empresa familiar donde comenzó a hacer sus primeros diseños. A principios de los 80 montó su propia empresa y poco después debutó en Cibeles.

Carrera

La historia de Pili Carrera está ligada a la trayectoria humana y profesional de la familia Carrera, que en la década de los sesenta comenzó a realizar prendas de punto para recién nacido y bebé.