La ESA desplega los paneles solares de uno de los satélites Galileo mal colocados
SOCIEDAD
Los expertos barajan ahora la posibilidad de mantener a Doresa y Milena donde están o tratar de llevarlos a la órbita prevista
27 ago 2014 . Actualizado a las 20:45 h.La Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido desplegar los paneles solares de uno de los dos satélites Galileo, lanzados el pasado viernes y que acabaron la misión en una órbita más baja de la que tenían programada, concretamente a 6.000 kilometros. Los expertos han explicado que «en breve» se realizará la misma operación con el otro aparato.
En cuanto a la solución de la anomalía orbital, la ESA ha explicado que desde el centro de control del Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Alemania, se sigue trabajando «de forma ininterrumpida» para buscar una solución. Además, ha señalado que, a pesar de que Doresa y Milena se encuentran en una órbita equivocada, los satélites están bajo control.
Según indicaron a Efe fuentes de la Agencia, este «contratiempo» no cuestiona «en absoluto» la constelación Galileo que prevé formar un sistema de navegación vía satélite europeo para competir con el GPS estadounidense, pero también con dispositivos similares que ultiman Rusia y China. Aunque «es pronto» para determinar el futuro de los dos satélites, la ESA cree que pueden ser «útiles», algo en lo que se obstinan sus expertos que se afanan en encontrar explicaciones a lo sucedido.
También los controladores, en cooperación con el fabricante de los satélites, OHB, han confirmado la buena salud y el comportamiento de ambos aparatos. Son «seguidos por los mismos ingenieros que se ocupan del programa Rosetta. Si hay una solución la encontrarán», indicó la fuente consultada por Efe.
Así, ambos siguen en modo seguro, apuntando correctamente al Sol, con electricidad y bajo control de los equipos integrados de ESA/CNES, y de OHB, instalados en el centro de control de ESOC. En paralelo los equipos investigan cómo explotar al máximo los satélites, a pesar de la inyección no nominal y dentro de sus limitadas capacidades de propulsión.
Las opciones de Doresa y Milena
Doresa y Milena están, sin embargo, en una órbita errónea. En lugar de orbitar de forma circular a 23.700 kilómetros de la Tierra, donde estaba previsto que los situara el cohete Soyuz lanzado el pasado viernes desde la estación espacial de Kurú, en la Guayana francesa, están en una órbita elíptica que ronda los 19.000 kilómetros en su distancia más alejada de la Tierra.
Los ingenieros de la ESA trabajan en dos escenarios posibles. Por un lado, mantenerlos en esa posición y tratar de hacer ajustes en las estaciones de seguimiento para que sirvan al sistema de navegación vía satélite, «bien por los datos que envíen, aunque sean pocos, bien para validaciones técnicas».
La otra opción pasa por usar los pequeños motores con los que están equipados para tratar de llevarlos a su órbita prevista. Esta segunda posibilidad ya fue calificada de «muy difícil» por el presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) y representante galo en el programa Galileo, Jean-Yves Le Gall. La corrección orbital agotaría el limitado combustible que tienen los satélites, por lo que al término de la maniobra, que llevaría varias semanas, podría revelarse que los artefactos apenas fueran útiles para sus fines. «Los ingenieros estudian todas estas hipótesis, todas las variables, para tomar la decisión más adecuada», indicó la fuente.
El GPS europeo
En cualquier caso, el sistema Galileo tiene previsto funcionar con 30 satélites, de los cuales tres son de reserva, por lo que no está en cuestión el futuro de un programa cuya incidencia económica la Comisión Europea cifra en 90.000 millones de euros en 20 años. Arianespace, responsable de la puesta en órbita de los satélites, tiene previsto comunicar el próximo día 8 las conclusiones preliminares de la comisión de investigación creada junto con los rusos para determinar las causas del fracaso de la misión.
A partir de ahí, la ESA determinará el futuro de los lanzamientos. Un segundo vuelo de Soyuz con dos nuevos satélites estaba previsto que partiera al espacio a principios de diciembre próximo. Los doce últimos satélites de la constelación deben ser enviados al espacio en grupos de cuatro en tres vuelos del potente Ariane 5, cuya eficiencia no está puesta en cuestión.