Cristina Pedroche, la diva de las uvas de La Sexta, desveló en Twitter que el laureado chef David Muñoz y ella son pareja
21 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Cristina Pedroche, presentadora y animadora de la sesión de uvas de la última Nochevieja de La Sexta, sorprendió con su transparencia y poderes a media España -la otra media lo vio al día siguiente en Youtube-, algo se estaba cocinando.
Una de las jóvenes promesas de la gastronomía española, David Muñoz, un tres estrellas de Michelin y alma mater del restaurante madrileño Diverxo, aparece sonriente con la presentadora en una cuenta de Twitter en la que ella insinúa que son novios. Él aún no ha abierto la boca. De los que no saben/no contestan.
Pero por el buen rollito de la instantánea parece ser que Pedroche, una de las mujeres más populares del momento, lleva razón. La tomaron durante la apertura de un nuevo local de moda codirigido por el cocinero. Falta la confirmación de Muñoz, que se limitó a no querer hablar del tema, e incluso algunos de sus trabajadores negaron el romance.
A ella se la había emparejado hace unos meses con un jugador del Rayo Vallecano, equipo del que es una auténtica forofa. De la vida íntima del chef David Muñoz se conocía que estaba conviviendo con Ángela -también socia y maitre del restaurante Diverxo-, pero la relación se había enfriado y acabó en el último trimestre del 2014.
Cristina Pedroche, que actualmente trabaja en el programa de sobremesa Zapeando, comenzó su andadura en televisión al sustituir a Pilar Rubio, también en La Sexta. Y tuvo su momento de gloria en las recientes campanadas de entrada del 2015 tras salir con un vestido de transparencias que acaparó la atención de los espectadores y cosechó halagos y críticas a un tiempo.
A David Muñoz las cosas le van estupendamente. Es uno de los chef más valorados, sus locales están a tope y su gastronomía atrevida y joven como él, tienen listas de espera en las que han estado incluso los reyes. A su cresta y desenfado en el vestir Muñoz le suma el desparpajo a los fogones, tanto que ha conseguido tres estrellas Michelin. Lo último es que los de Mercedes le han llamado para rodar un simpático anuncio de coches. El chef dice en el espot que le importan un bledo las estrellas. Pero cuando sale a la calle y ve que le han robado la de su automóvil, se da cuenta de que algunas estrellas valen más que otras. Ahora, además de estrellas, las noches de Muñoz tendrán uvas y quizá brillen más transparentes.