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El cómico gallego cuenta varias locuras que hizo durante la época estival
23 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Le gusta la vida de murciélago y reconoce ser un fiestas. El cómico gallego, Róber Bodegas (Carballo, 1982) cuenta varias de sus locuras que hizo durante el verano.
-¿La has liado parda algún verano?
-Sí. La he liado parda en varias ocasiones. La última en verano de 2014.
-¿Cuáles han sido esas locuras?
-Una fue en julio de 2014. Estaba con mis colegas en el festival de la Illa de Arousa, en el Atlantic Fest, y empezó a llover. Se formó una charca delante del escenario y acabamos todos nadando en ella.
-¿Era muy grande la charca?
-No. Tendría una dimensión de un palmo pero aún así acabamos chapuzando como niños pequeños en una piscina.
-¿Cuál fue la otra locura?
-La otra fue en Madrid hace dos años. Era el 23 de junio y celebraba con los colegas mi cumpleaños. Estaba de moda hacer planing y mi amigo Alberto Casado y yo empezamos a practicar esa novedad.
-¿En que consistía esa moda?
-Tenías que acostarse boca abajo, con el cuerpo y los brazos pegados al suelo y ponerte muy tieso.
-¿Cómo lo hiciste?
-Pues eran las dos de la madrugada y estábamos en la calle Segovia, en pleno centro de Madrid. Se me ocurrió subirme a un buzón de correos para practicar planing y acabé con un chichón. Me caí redondo al suelo y me lesioné en la espalda.
-¿Había mucha gente en ese momento?
-Estaban unos cuarenta colegas y pasaba gente por la zona. Un amigo me vacilaba después de haber caído. Decía: «Xa decía eu que cóncavo con cóncavo non ía ben». Fueron unas risas que aún recordamos hoy.