
La plataforma ya ofrece en Lugo su servicio de reparto de comida a domicilio en un negocio en auge
20 may 2019 . Actualizado a las 19:36 h.Estás en casa y no tienes casi nada en la nevera o, simplemente, lo que no tienes es ganas de cocinar. Coges el móvil, eliges el tipo de comida que te apetece y en un plazo que suele rondar los 40 minutos el timbre suena. Abres la puerta y... a comer.
Es cómodo y sencillo, esa es la principal razón que dan los usuarios que optan por la comida a domicilio. Un negocio en auge al que, cada vez, se unen más adeptos. De un lado y del otro.
En 2017, este sector aportó 2.400 millones de euros a la economía española de los cuales 436 millones pertenecen a los pedidos online. Según Just Eat, la previsión es que el crecimiento del mercado siga siendo de alrededor del 100% hasta 2020.
Las compañías que actúan de intermediario entre el consumidor y la restauración crecen y Just Eat, líder indiscutible, tiene cada vez más competencia.
Deliveroo y Glovo llegaron a Galicia hace solo unos meses pero su expansión va a toda marcha. Ahora Uber ha decidido buscar su ración del pastel con su nuevo modelo de negocio: Uber Eats. Cualquier persona con carné de conducir y dada de alta como autónoma puede formar parte de la red de repartidores de Uber: «Coge tu scooter, motocicleta o bicicleta y realiza entregas cuando quieras. Una hora, un fin de semana o durante la semana», aseguran en la página web. «Sal a la calle e inicia sesión en la aplicación Uber Driver para empezar a recibir peticiones de reparto».

«Sabemos que esto es algo imparable a nivel global pero nos preocupa. Es una competencia desleal para restaurantes, cafeterías, franquicias... Me gustaría saber si este servicio va a estar totalmente legalizado, si va a pagar sus impuestos. Habrá que ver si por parte de la administración esto se puede regular y que todos conozcamos esa regulación para este tipo de acciones. Si no fuera por esta competencia desleal muchos negocios tendrían sus propios envíos a domicilio», critica Ovidio Fernández, presidente de la Federación de Hosteleros Ourense.
Desde Vigo, César González Ballesteros, también mira con reticencia a Uber Eats, «La tecnología va muy por delante de la normativa legal. Uno de los principales problemas que tenemos con las diferentes aplicaciones es que se aprovechan muchos huecos. Debería haber un período de adaptación. El servicio está bien, no lo vamos a negar, lo malo es que traen unas reglas distintas».
Para Héctor Cañete, de la Asociación de Hostelería de A Coruña, estas plataformas, por ahora, funcionan bien. «Todavía no tenemos referencias porque es algo nuevo pero entiendo que no tiene que ser malo para el sector. Será mejor para el cliente y el hostelero que quiera trabajar con ellos puede decidir. Es una manera de incrementar las ventas en un mundo tan globalizado».