Una de ellas es Angela Turner Wilson, que asegura que el tenor le realizó varios tocamientos no consentidos
24 oct 2019 . Actualizado a las 14:04 h.En el camerino de la Ópera de Washington, Plácido Domingo se maquillaba al lado de una cantante de 28 años, Angela Turner Wilson, que cantaba en Le Cid con el tenor como estrella. A partir del testimonio de Wilson, las periodistas Jocelyn Gecker y Jocelyn Noveck, de la agencia Associated Press (AP), relatan que Domingo «se levantó de su silla, se colocó detrás de ella y le puso las manos sobre los hombros. Mientras ella lo miraba en el espejo, él deslizó sus manos por debajo del sujetador» hasta tocar su «pecho desnudo». Sucedió en la temporada de ópera de 1999-2000 y se narra en la segunda parte del reportaje que acusa a Plácido Domingo de conductas inapropiadas y acoso sexual con mujeres que, de alguna forma, dependían de su poder en el mundo artístico para mantener sus trabajos o lograr saltos en sus carreras.
Junto a Wilson, otras once mujeres decidieron hablar después de leer la denuncia de la mezzosoprano Patricia Wulf, quien, con otras nueve mujeres que pidieron confidencialidad, acusó a Domingo en el primer artículo de AP, publicado el 13 de agosto. Las nuevas denunciantes ratifican un «comportamiento inapropiado» por parte de Domingo, que incluía tocamientos indeseados, peticiones insistentes para mantener encuentros a solas, llamadas telefónicas a altas horas de la noche e intentos repentinos de besarlas en los labios.
Aunque no existe ningún proceso judicial contra el actual director general de la Ópera de Los Ángeles y la gran mayoría de las acusaciones se hacen escudándose en el anonimato, la agencia de noticias ha confirmado las versiones de las mujeres al contrastarlas con la de otros empleados, que se «esforzaban para proteger a las jóvenes» del acoso del tenor, «mientras los administradores miraban para otro lado».
Melinda McLain, miembro del equipo de producción de la Ópera de Houston, afirma que ella se aseguraba de que las cantantes jóvenes nunca estuvieran solas con Domingo en una sala de ensayo, «incluso cuando él lo solicitaba explícitamente». Otra «estrategia» de McLain para mantener a raya las pretensiones de Domingo era invitar a su esposa a las fiestas de la compañía. «Él se comportaba si Marta estaba cerca», dijo. Ante estas nuevas acusaciones, el cantante ha respondido a través de su portavoz, Nancy Seltzer: «La campaña en curso de la AP para denigrar a Plácido Domingo no solo es inexacta sino poco ética». A su juicio, la información tiene «inconsistencias» o es «incorrecta», dijo la portavoz. «Debido a una investigación en curso, no comentaremos los detalles, pero rebatimos con firmeza la falsa imagen del señor Domingo que AP intenta pintar».
30 años de supuestos abusos
Los supuestos abusos se remontan a los años 80. Una empleada de vestuario y un extrabajador de la Ópera de Los Ángeles, además del barítono Robert Gardner, aseguran haber presenciado actitudes inapropiadas. «Aunque no la tocó físicamente, no había dudas de sus intenciones», mantiene Gardner sobre el caso de Wulf, la primera que acusó al cantante.
Cuando Domingo apretó los pechos de Turner Wilson en el camerino, ella gritó de dolor. Volvieron a verse poco después en el escenario, pero ella se sentía «atónita y humillada». Presuntamente la encargada de maquillaje había presenciado la aproximación, pero ahora asegura que no recuerda el incidente. La Ópera de Washington no volvió a contratarla, algo de lo que culpa a las presiones de Domingo.