Mayores y niños, unidos a pesar del alzhéimer

Andrea Presedo
andrea presedo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR TOIMIL

La Obra Social 'La Caixa' colabora en la realización de este proyecto inclusivo

08 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los mayores de los centros de día AFAL Ferrolterra tienen una cita todos los jueves de cada mes. Durante dos horas abandonan esas instalaciones para montarse en un bus rumbo al CPI O Feal, en Narón. Allí un grupo de niños de cinco años los esperan. La brecha generacional salta a la vista, pero a los pequeños poco les importa que sus compañeros durante dos horas superen los 70 años. Menos aún si de por medio están Nala y Selva, dos labradores con los que mayores y niños jugarán juntos. Se trata de los pilares que conforman el nuevo proyecto financiado por la Obra Social ‘La Caixa’, por el que los centros de día AFAL Ferrolterra organiza una serie de actividades socioeducativas con animales de terapia y encuentros intergeneracionales para usuarios con enfermedades como el alzhéimer. «Los niños no entienden la enfermedad, y por eso no la juzgan», dice Rebeca Freire, una de las educadoras sociales que participa en esta propuesta. Y es que los niños son capaces de conseguir lo que no pueden hacer los fármacos: «Hacen que hagan a relucir sentimientos y emociones que suelen esconderse en personas con alzhéimer, ya que tienden a aislarse socialmente», añade.

Son muchos los beneficios que aportan los encuentros intergeneracionales, pero estos se ven incrementados con animales de terapia, como son Nala y Selva. «Además de juegos y actividades en el aula, también vamos a hacer una excursión todos juntos a una granja-escuela», dice la educadora.

Experiencia enriquecedora

Aunque el proyecto lleva apenas un mes en funcionamiento, ya se pueden observar resultados. «Los usuarios se muestran más activos», explican. Si bien se trabaja la estimulación cognitiva, el proyecto busca centrar su atención en la parte más social. «Al principio ves que tanto niños como mayores se vuelven tímidos, pero conforme avanzan las sesiones, se relacionan más y más entre ambos. Es muy enriquecedor», apunta Rebeca.

El programa tiene una duración de nueve meses y de él se benefician veinte usuarios de los centros de día de AFAL. «Sin la ayuda de ‘La Caixa’ no podríamos permitirnos los recursos que necesitamos para poder llevar a cabo este proyecto», dicen agradecidos.