Las ucis tienen nueve veces más pacientes que hace dos semanas y preparan sus días más duros

Ángel Paniagua Pérez
ángel paniagua VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

ANGEL MANSO

Galicia ya supera las camas iniciales de cuidados críticos

04 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Medio país analiza estos días los datos en busca del pico de contagios de coronavirus. Sin embargo, las ucis todavía se preparan para lo más duro de la epidemia. Abril será el momento de las unidades de cuidados intensivos.

En Galicia han venido llenándose lentamente, sumando una decena de pacientes al día. La comunidad no está en la situación de otras seis autonomías, cuyas unidades de intensivos están al borde del colapso, pero no hay que perder de vista un dato: en solo dos semanas, el número de personas ingresadas en cuidados críticos con COVID-19 se ha multiplicado por nueve. El viernes 20 de marzo el parte del Sergas señalaba que había 19 personas en las ucis. Ayer eran 176.

Aquel mismo viernes, cuando la situación era de calma, el presidente de la Xunta explicó que los hospitales del Sergas cuentan con un total de 160 camas de uci y anunció que se estaban preparando para instalar hasta 274. El primer umbral ya se ha superado. Fuentes sanitarias explican que en todos los hospitales de Galicia las ucis han tenido que ocupar espacios ajenos. Son, sobre todo, unidades de reanimación o de despertar —las salas para los pacientes que, o bien acaban de salir de quirófano o bien han sido operados en los últimos días y sufren complicaciones—. En todos los hospitales se está preparando también la posibilidad de ingresar a pacientes en quirófanos. Hay capacidad, pero la situación empieza a tensionarse.

Llegar a eso que se llama el pico de contagios no implica que al día siguiente la situación sanitaria haya mejorado de golpe. Un estudio hecho en China en el origen de la pandemia señaló que desde que una persona se contagia hasta que comienzan los síntomas transcurren cuatro días. Otros dos estudios indican que desde que el paciente nota la tos, la falta de aire y la fiebre hasta que recibe un diagnóstico o es hospitalizado pasan entre dos y cinco días más. Por eso, los expertos suelen decir que los datos de contagio —las famosas curvas— son, en realidad, una fotografía de lo que ocurría una semana o diez días antes. Pero hay más. Normalmente los enfermos ingresan en planta, no mejoran y al cabo de un tiempo pasan a la uci. La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) estima que son 4 o 5 días.

Con todo esto, desde que alguien se infecta con el nuevo coronavirus hasta que llega a una uci transcurren entre diez días y dos semanas. Así que si ahora se alcanza el pico de contagios, dentro de diez días se llegará al pico de pacientes en uci. Con un dato añadido, del Ministerio de Sanidad: cada persona que entra en una uci está una media de 28 días. Así que los pacientes se van acumulando en las unidades de críticos. «Tenemos que llegar a principios de la semana que viene sin saturar la capacidad de las ucis», dijo ayer, desde su cuarentena domiciliaria, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

Pero los números gruesos de toda una comunidad autónoma esconden realidades muy diferentes. Cada hospital es un mundo. El presidente de la Xunta reconoció ayer que lo que más preocupa a su Gobierno es la situación de las ucis de A Coruña y Ferrol. Los datos que ha recopilado La Voz en todas las áreas sanitarias indican que en A Coruña hay 53 personas ocupando camas de cuidados críticos. Es mucho, porque son el 24 % de todos los que están ingresados en ese hospital, y los criterios de la Semicyuc señalan que un rango del 15-17 % es una buena tasa. Además, es el hospital con más ingresados de Galicia, con 224.

En A Coruña se han hecho ya dos obras para ampliar la capacidad, que ahora ronda las 70 camas. También se está construyendo un hospital de campaña, pero no será para críticos. «A previsión que fixemos desde o 1 de marzo foi clave, se non compraramos respiradores hoxe estariamos en colapso», dijo Feijoo.

La situación de Ferrol es más preocupante. No en términos absolutos, pues hay 17 personas en uci, sino en términos relativos, porque ya son un tercio del total. Fuentes sanitarias explican incluso que se está valorando la posibilidad de trasladar pacientes a Lugo. En la ciudad amurallada la capacidad es mucho mayor, ya que es un hospital con menos de diez años, que está recibiendo una presión baja y que cuenta con hasta 60 respiradores, y solo tiene 7 pacientes en críticos.

También en Pontevedra el escenario empieza a ser delicado. Tienen 19 personas ingresadas en intensivos. Inicialmente había diez camas en Montecelo y se empiezan a ocupar otros espacios quirúrgicos. Incluyendo los quirófanos, ese hospital puede llegar a las 50 personas ingresadas. Por si acaso, el hospital de campaña que se está diseñando en el Ifevi de Vigo podría albergar también enfermos de Pontevedra.

En Vigo hay una capacidad grande, porque el Cunqueiro es nuevo. Ese hospital tiene hasta 75 camas disponibles para uci, antes de tocar los quirófanos. Pero ya tiene 21 ingresados. El área de Vigo es peculiar por la presencia de Povisa, un hospital privado con pacientes del Sergas asignados, que cuenta con 17 camas de uci de las que 11 ya están ocupadas. El hospital de Fátima también tiene 4 en uci.

En Ourense también notan ya la presión, con 18 pacientes en intensivos (uno en el privado Cosaga). Tienen 38 camas preparadas. En Santiago anunciaron ayer que van a ampliar las camas de uci, que sumando todas las disponibles, alcanzan las 80. De momento hay 22 ocupadas.

Las ucis se llenan de COVID-19 mientras siguen tratando otras patologías. La parte buena, ironiza un profesional, es que «vivimos una epidemia de salud en todo lo demás».