¿Pueden los mayores soportar estar confinados hasta final de año?

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

MARCOS MÍGUEZ

Los expertos tienen diferentes visiones: la resiliencia y la rutina juegan a su favor, pero puede haber costes emocionales

14 abr 2020 . Actualizado a las 09:13 h.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzaba el globo sonda: quizá sea necesario confinar a las personas mayores hasta diciembre para evitar contagios en un grupo de riesgo en la pandemia de coronavirus. Surgía entonces la duda. ¿Cuál es el coste? Para algunos expertos, muy alto, tanto que quizá no valga la pena. Otros, sin embargo, afirman que la resiliencia que caracteriza a las personas mayores juega a su favor y que si los técnicos así lo aconsejan, con una serie de pautas saludables serían capaces de soportar un confinamiento a largo plazo.

«Quedarte en casa durante meses no es recomendable para nadie, pero para personas mayores, desde el punto emocional, no sé si se han puesto en la balanza todo lo que debería haberse puesto». Manuel Gandoy, coordinador del máster de Xerontoloxía, duda de que el beneficio de la medida compense el coste y además, cree que no se deberían soltar globos sonda como este sin dar más detalles, porque genera sobre todo preocupación. Lo mismo cree María José Fares, psicóloga y especialista en gerontología que trabaja en envejecimiento activo con Ategal, que cree que la edad no puede ser el único filtro, sino que habría que valorar las circunstancias individuales y familiares.

Con todo, ya hay precedentes. El Reino Unido decretó el confinamiento de 1,5 millones de mayores de 65 años con patologías previas durante 12 semanas, una medida que Boris Johnson anunció el 22 de marzo. En la preocupación que genera una posible decisión de este calado, la comparten tanto Fares y Gandoy como Leonor Galiana, presidenta de la sección de Psicoloxía da Intervención Social del Colexio Oficial de Psicoloxía, que cuenta con un grupo de trabajo específico sobre envejecimiento. Galiana, sin embargo, cree que con las pautas adecuadas que mantengan la rutina y la actividad física y mental sería posible mantener durante meses un confinamiento de llegar a ser necesario para la protección y el bienestar de los mayores.

«Las personas mayores tienen la ventaja de que están más acostumbrados a estar más en casa», explica la psicóloga. Eso, y la resiliencia que les ha aportado la experiencia del pasado y la superación de diferentes golpes en la vida los hace capaces de soportar condiciones complicadas, como las del confinamiento, pero siempre manteniendo pautas para evitar los efectos nocivos del aislamiento prolongado.

Quizá sea un cambio más drástico para las personas con un envejecimiento muy activo, aunque eso les da la ventaja de poder moverse mejor por la casa, entretenerse y es diferente para las personas que viven en el ámbito rural y las que están en entornos urbanos. «Lo importante es seguir las pautas de la población general», incluyendo la higiene y el autocuidado, que beneficia la autoestima. La familia es un factor esencial para la tranquilidad. Hacer ejercicio físico moderado, mantener las relaciones sociales, tener un ocio activo y ejercitar también la mente con juegos y diferentes ejercicios dentro de las posibilidades de cada uno. Sobre todo, una rutina diaria «y no pensar más allá, ir superando el día a día».