Un verano sin «enchentas» ni músicas

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

La anulación de fiestas, festivales y certámenes gastronómicos, una sangría que no cesa

26 abr 2020 . Actualizado a las 11:58 h.

Entre febrero y octubre Galicia es una «enchenta» de exaltaciones gastronómicas, romerías y festivales que se suceden en un calendario sin fechas libres los fines de semana. El Cocido de Lalín, los Carnavales, la Filloa de Lestedo o el Queixo de Arzúa, entre otras celebraciones, esquivaron los estragos del coronavirus antes de que se desatasen los contagios. Desde mediados de marzo son ya más de cien los festejos que han faltado a su cita anual. Y lo que se avecina en la temporada de primavera y verano es una cascada de cancelaciones. Algunas ya confirmadas, otras apurando plazos como los condenados que esperan sentencia.

Esta semana el Ayuntamiento de Pamplona anunció que no habrá chupinazo ni San Fermín. La confirmación sonó más tristona que el Pobre de mí que cierra las fiestas el 14 de julio. Las autoridades alemanas anticiparon que por vez primera desde la Segunda Guerra Mundial se suspende la Oktoberfest, prevista para la segunda quincena de septiembre. Madrid acaba de cancelar todas las verbenas entre mayo y octubre. Pintan bastos para las funciones al aire libre.

Anulaciones

Ni Marisquiño, ni Festival de Ortigueira ni Sting. Ni Red Hot Chili Pipers, ni Fred Morrison, ni Luar na Lubre ni Backwest ni ninguna otra de las bandas que completaban el cartel del Festival do Mundo Celta harán sonar sus acordes a orillas del cantábrico del 16 al 19 de julio. Los organizadores decidieron esta semana atajar la incertidumbre y trasladar la cita al año próximo.

El mismo camino tomaron los responsables del Marisquiño, el festival de cultura urbana que tenía ya todo preparado para su celebrar su vigésima edición del 7 al 9 de agosto en Vigo y que extiende ya su horizonte al verano del 2021. En la ciudad olívica tampoco podrán disfrutar de la actuación de Sting, que estaba fijada para el 1 de agosto.

A la espera

O Son do Camiño y Resurrection Fest. O Son do Camiño tenía programadas cuarenta actuaciones del 18 al 20 de junio en el compostelano Monte do Gozo. En menos de hora y media agotó los 30.000 abonos puestos a la venta para asistir a este evento en la recta final de la Ruta Xacobea. Y aunque la empresa organizadora todavía no ha confirmado la cancelación, tanto el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, como el alcalde de Santiago, Xosé Bugallo, han comentado que ven muy difícil que se pueda celebrar en tiempo y forma. La primera alternativa que se sopesa, en caso de cancelación, es intentar encajar la cita en otras fechas.

 La misma empresa se encarga de otra de las grandes citas del verano, el Resurrection Fest, previsto para los primeros días de julio en Viveiro. Y aunque ya ha tenido que hacer frente a algunos cambios en el cartel, está a la espera de lo que dictaminen las autoridades sanitarias. Alguien le tiene que poner el cascabel al gato, y es cuestión de días.

San Xoán

Sin cita con el fuego purificador. La noche de San Xoán no arderá como manda la tradición cada 24 de junio. Y la playa de Riazor no será un hervidero de hogueras y de gente ávida de espantar meigallos. El Gobierno local todavía no lo ha hecho oficial, pero ya ha adelantado que las posibilidades de mantener la multitudinaria cita con el fuego purificador en el arenal son menos que mínimas.

En el alero

Romería Vikinga, Festa da Auga, Rapa das Bestas... La relación de eventos festivos que mueven cada verano a miles de personas y que están en el alero es extensa. Las alfombras florales del Corpus Christi en Ponteareas (13-15 de junio), la Rapa das Bestas de Sabucedo (3-6 de julio) las Carrilanas de Esteiro (17-19 de julio), la exaltación del Albariño (29 de julio al 2 de agosto), el desembarco vikingo en Catoira (primer fin de semana de agosto), la Festa da Auga de Vilagarcía (16 de agosto) o la Festa da Istoria de Ribadavia (finales de agosto) son algunas de las celebraciones que esperan noticias con angustia, a sabiendas de que muy probablemente tendrán que enfrentarse a la suspensión. 

Gastronomía

Cadena de suspensiones. Atrás quedan ya celebraciones que este año han visto interrumpida una secuencia temporal sin faltar a su encuentro con el gran público. No hubo ostras en Arcade hace tres semanas. Ni lamprea estos días en Arbo. Ni va a haber vino del Ribeiro a principios de mayo en Ribadavia. Tampoco melindres en Melide ese mismo mes. Ni percebes de O Roncudo el 11 de julio. Ni langosta en A Guarda el 12 de julio. La lista sería interminable, porque no hay un fin de semana sin exaltación.