Médicos intensivistas piden mantener las plantillas ampliadas y preparadas las zonas extra habilitadas como ucis

Mónica Pérez Vilar
Mónica P. Vilar REDACCIÓN

SOCIEDAD

Personal sanitario trabajando en una uci del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo
Personal sanitario trabajando en una uci del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo

Reclaman que se revisen las medidas que impiden las visitas de familiares y que la comunicación por medios telemáticos se incorpore a las posibilidades de contacto habituales a partir de ahora

04 may 2020 . Actualizado a las 20:11 h.

Los médicos intensivistas, agrupados en la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), consideran que en España ya se dan las circunstancias para «empezar a hablar de desescalada», por lo que han emitido un comunicado con sus recomendaciones para abordar la nueva situación y mantener la preparación de las unidades de cuidados intensivos de cara a garantizar la respuesta sanitaria en caso de rebrotes.

Mantener plantillas y no desmontar los espacios extra habilitados durante los picos de la crisis son dos de las cuestiones que destacan estos profesionales. Así, inciden en que los nuevos espacios creados para ampliar las uci deberían seguir preparados «estructural y funcionalmente», aunque no alojen pacientes. Por el contrario, abogan por devolver a sus funciones anteriores los recursos (camas, plantas, espacios...) que fueron cedidos de manera temporal por otras especialidades médicas, de manera que puedan volver a atenderse con cierta normalidad el resto de patologías no relacionadas con el covid-19.

Eso sí, remarcan que cada hospital debe establecer los protocolos que sean necesarios para asegurar su capacidad de duplicar las camas de los servicios de medicina intensiva de manera rápida en caso de que repunten los casos derivados del coronavirus SARS-CoV-2.

Para la Semicyuc, la desescalada no puede traducirse en una disminución del número de profesional asignados a cuidados intensivos. Reclaman que las unidades que durante la crisis han visto reforzado el número de médicos intensivistas, enfermeros u otros profesionales mantengan esas plantillas, incluso aunque se vuelva a unos niveles de actividad normales. Además de garantizar una respuesta ante un rebrote, aluden a la necesidad de los profesionales de contar con vías de descompresión tras la intensa actividad a la que han estado sometidos. «La situación de estrés profesional que han sufrido los intensivistas exige descanso y este solo se puede conseguir manteniendo plantillas que aseguren rotaciones de calidad», afirman en el comunicado.

También aconsejan que se mantenga el trabajo de los equipos multidisciplinares forjados durante la crisis, remarcando que «se tienen que mantener latentes y en contacto continuo, de cara a la aparición de nuevas oleadas o rebrotes».

En cuanto a los equipamientos, la recomendación de los intensivistas es que los hospitales logren contar con un stock de, al menos, el 200 % de lo necesario habitualmente para estar preparados ante posibles rebrotes, y que habiliten un sistema de reposición continuo que se ponga en funcionamiento apenas comiencen a llegar nuevos infectados, de modo que se pueda dar una respuesta «más precoz que hasta la fecha».

Respecto al funcionamiento de las ucis conforme se retome la normalidad, consideran que estas unidades deberían «replantear» su estructura para combinar el mantenimiento de espacios concretos para pacientes aquejados de covid-19 y el no bloquear el resto de las actividades propias de las áreas de cuidados intensivos. Y abogan además, por que la desescalada se acompañe de una revisión de las medidas de prevención con respecto a los familiares de los pacientes. «Siempre que sea posible, debe permitirse la comunicación directa por encima de la telemática, así como dar solución a los problemas estructurales que la impidan». Con todo, proponen también que se mantenga como algo «habitual» el uso de dispositivos electrónicos que permitan la comunicación con las familias.