«Era unha animalada que os cabalos non puidesen pasear»

Xosé Ameixeiras
x. ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

SOCIEDAD

Adrián Martínez, a lomos de su caballo Macareno, de pura raza gallega
Adrián Martínez, a lomos de su caballo Macareno, de pura raza gallega ANA GARCIA

Las reses engordaron durante el confinamiento y tienen que ponerse en forma de nuevo

10 may 2020 . Actualizado a las 14:22 h.

Los caballos también engordaron con el confinamiento. Adrián Martínez Oreiro es el presidente de la Asociación Cabalar Monte Faro, de Vimianzo. Durante el estado de alarma no pudo pasear con tres ejemplares. Es un contrasentido para él. Solo podía sacarlos a pastar cerca de la cuadra.

Esta semana, «por fin», pudo reanudar sus paseos ecuestres. Tras consultarlo con la Guardia Civil. Como Vimianzo tenía más de 5.000 habitantes, solo podía hacerlo al atardecer con una de sus dos monturas, pues la tercera, Castellana, una yegua cruzada, está recién parida.

Después del parón, los ejemplares cogieron peso, a causa del sedentarismo. «O primeiro día, pasáballe como ás persoas. Engordara e suaba moito», cuenta sobre el paseo a lomos de Macareno, un pura raza gallega que concursa en la Copa Galicia, también suspendida. Adrián no le ve sentido a que durante el confinamiento no se pudiesen sacar los equinos a los montes, mientras que a los perros sí. «Era unha animalada que os cabalos non puidesen pasear», comenta.

Ahora ya puede salir a cualquier hora y hace unos diez kilómetros de cada vez. Es muy importante para él y sus compañeros porque la asociación tiene ejemplares libres en los montes y hay que darles de comer, atender partos y otros cuidados. «Resulta que podiamos ir darlle de comer ás bestas indo nos coches, pero non podiamos ir a cabalo. No monte, só, non contaminas a ninguén nin se pon nada en risco», explica. Además, para atender las reses entre los tojos no se puede ir en coche, pero sí montado. La posibilidad de salir a todas las horas es muy buena para el colectivo. Él va unas veces a lomos de Macareno, y otras, con Boleta, también de raza gallega. Ambas monturas tienen una gran experiencia en reunir caballos mostrencos para la Rapa das Bestas.

El hecho de que, hasta ahora, los caballos hayan estado excluido de los paseos es porque, en su opinión, los políticos o quienes deciden «non pensan no rural», algo que él y sus compañeros de Monte Faro llevan muchos años sufriendo para mantener la cabaña de caballos mostrencos en los montes de Vimianzo. Su empeño evitó la extinción.