
Apelan a la conciencia social, pero no descartan medidas coercitivas
17 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.«En Santiago, esta incidencia está moi ligada ás festas universitarias, fundamentalmente nos pisos. Facemos unha chamada á responsabilidade con eles mesmos e coas súas familias». El mensaje, en palabras de Sergio Vázquez, miembro del comité clínico de seguimiento de la epidemia, no puede ser más directo y claro. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, lo ha reforzado, apuntando que los encuentros universitarios de ocio han sido uno de los factores de peso a la hora de tomar la decisión de restringir en toda Galicia las reuniones a diez personas no convivientes. Y no descartó medidas más drásticas.
Compostela, aún lejos de la grave situación sanitaria de otras ciudades con marcado carácter universitario como Granada o Salamanca, acusa, según los miembros del subcomité de brotes que comparecieron ayer, los efectos de determinados comportamientos irresponsables (en la noche del jueves se detectaron diez fiestas en pisos).
Sergio Vázquez ha hecho hincapié en que las fiestas en los pisos de estudiantes supondrían una doble vía de contagio: «No solo pueden traer de sus zonas de procedencia el virus y contagiarlo a sus compañeros, sino que pueden contagiarse en Santiago y luego exportar el coronavirus a su entorno familiar al regresar a casa».
El director xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta, Santiago Villanueva apela a los mismos valores individuales «porque non hai policías abondos para poñer un detrás de cada cidadán». «A labor de concienciación ten que partir dende todas as administracións, que ademáis teñen a potestade de denunciar e sancionar, porque se non se cumplen as normas hai que aplicar medidas coercitivas, pero en tódolos ámbitos da vida todo parte da conciencia individual», analiza. «A norma está reflexionada e ten unha finalidade obxectiva: defender a vida propia e a dos seres queridos», añade. «Pode ser que a xuventude non teña consciencia do perigo, pero é un multiplicador vehículo transmisor do virus. Que non só pensen en eles, senón nas consecuencias da súa actitude irresponsable», apunta.
Mientras la Universidade da Coruña no ha querido pronunciarse al respecto, el director del área de Seguridad Ciudadana y Movilidad de A Coruña, Carlos García Touriñán, afirma que apenas han registrado media docena de botellones y cuatro fiestas en pisos «que no se pueden relacionar con estudiantes» aunque conmina a los alumnos «a mantener las medidas en beneficio de todos». Recuerda que las sanciones pueden ir desde los 100 a los 3.000 euros por acumulación de diferentes infracciones.
En los últimos días, la Policía Local de Vigo interrumpió una fiesta en una residencia universitaria con una veintena de participantes. La universidad «está a pedir ao seu estudantado que actúe con responsabilidade, tanto nas aulas (onde o comportamento é excelente) coma na súa vida privada». «No caso de que alguén incumprira as disposicións marcadas na normativa da universidade, actuaríase», advierte.
Desde la USC inciden en su falta de competencias para sancionar a los estudiantes fuera de sus instalaciones. «A Universidade aí non pode entrar», dijo el rector, Antonio López, ya que serían por incumplir la normativa sanitaria o por ruidos, con lo que la potestad corresponde a la administración autonómica o la local. Eso sí, ayer remitió un escrito a toda la comunidad universitaria apelando a trasladar los comportamientos responsables al ámbito privado.
Después de acumular hasta 28 denuncias, el Concello ha tomado la decisión de incrementar las sanciones por la ordenanza de ruidos, que es la que están aplicando porque no pueden actuar por el incumplimiento de las normas anticovid dado que no tienen autorización para entrar en las viviendas. Las nuevas multas ya entraron en vigor y en la primera noche de aplicación ha habido una bajada del 50% de las denuncias.
El concejal de Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños, asegura: «Espero que todo lo que se está haciendo sume y que las nuevas multas sean la mínima parte. No hay que estigmatizar a los jóvenes, porque estamos hablando de una población de 10.000 estudiantes en Santiago y al final son muy pocos los que se están saltando las normas, no dejan de ser una minoría. Quiero pensar que empieza a haber esa responsabilidad individual y esa concienciación y que se dan cuenta de que tienen que echar el freno de mano. Tenemos que intentar que esa minoría sea aún más pequeña» y añade que «lo triste es que estas nuevas multas más duras le van a llegar a los padres de unos chavales que han estado o están en Ertes, haciendo un enorme esfuerzo para que estos jóvenes puedan estudiar en Santiago y ellos andan de fiesta saltándose todas las medidas de precaución por el covid».
Los alumnos se defienden y culpan a una «minoría ruidosa»
La respuesta del sector estudiantil no se ha hecho esperar, aunque está plagada de matices. Desde el sindicato de estudiantes Erguer, en lo relativo a la USC, María Alonso niega que «a mocidade sexa irresponsable». «Parécenos un erro responsabilizar a un grupo ou sector da sociedade para tapar unha irresponsabilidade política porque a xestión da pandemia por parte da Xunta e do Concello foi mala», añade. «Pode que haxa estudantes que fixeran festas, pero mentres, os bares e os autobuses están cheos e a xente fai ceas familiares na casa con máis de dez persoas», apunta.
Daniel Couto, delegado de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones de Vigo recuerda que este año, «por responsabilidad», han cancelado su fiesta de inicio de curso. «Tenemos el compromiso de mantener la presencialidad. Los recientes casos en Vigo han sido aislados y minoritarios que no representan a la mayoría. Hemos expresado en el claustro nuestra preocupación por la calidad de la docencia, aunque algunos estudiantes no prioricen su etapa universitaria. Son una minoría muy ruidosa que solapa a la mayoría responsable», analiza.
Acude el 80 % de los estudiantes en residencias de Santiago llamados para hacerse los test
En contraposición a los episodios de irresponsabilidad sanitaria mencionados en la comparecencia pública de los representantes del subcomité de brotes que se reúne los viernes, los estudiantes universitarios que se alojan en residencias en Santiago mostraron una conciencia colaborativa de alto grado.
Así, en los próximos días se extenderá el screening al conjunto de la población universitaria con el reparto de unos 50.000 test serológicos en las tres universidades.
En apenas un par de días, el cribado iniciado en las residencias universitarias compostelanas ha arrojado datos. Se convocó a 1.089 estudiantes, de los que se presentaron 903, lo que significa una participación superior al 80 %. Se han detectado 14 positivos, diez de ellos de una sola residencia, lo que arroja una tasa del 1,2-1,4 % de positividad.
La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, ha subrayado que todavía es pronto para hacer valoraciones sobre estos datos porque se trata de una muestra pequeña que se extenderá en las próximas fechas. «Imos seguir non só en Santiago, senón en todos os campus de Galicia», explicó el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña.
Información elaborada por Pablo Gómez, Tamara Montero, Montse Carneiro, Montse García y Xurxo Melchor.