La princesa Charlene de Mónaco estuvo a punto de morir en Sudáfrica

Martín Bastos

SOCIEDAD

Action Press

Amistades de la exnadadora están muy preocupados por su estado de salud y su extrema delgadez, mientras ella permanece ingresada en un centro por «voluntad propia»

24 nov 2021 . Actualizado a las 09:28 h.

La princesa Charlene habría estado a punto de morir durante los seis meses que pasó en Sudáfrica. Esto es lo que han afirmado amigos cercanos al portal Page Six. Varias de sus amistades se muestran especialmente preocupadas por el estado de salud de la exnadadora, de 43 años, que a principios de noviembre regresó finalmente a Mónaco, después de tener que permanecer en su país natal durante meses recuperándose de una grave infección de oído, nariz y garganta por la que tuvo que pasar por quirófano varias veces. 

«Es injusto que se la represente con algún tipo de problema mental o emocional», aseguran, refiriéndose a las palabras de su marido, el príncipe Alberto de Mónaco, que la semana pasada aseguró que la dolencia de su esposa no era solo física. «No sabemos por qué el palacio le resta importancia al hecho de que ella casi muere en Sudáfrica», añaden. Tras unas semanas de muchos rumores cuando ya se encontraba en el Principado sobre el lugar exacto donde residía, finalmente se emitió un comunicado en el que se explicaba que Charlene se iba a retirar un tiempo de la vida pública para recuperarse completamente. 

Los amigos que han sido consultados por la publicación aseguran que la infección de la princesa le provocó «problemas graves de sinusitis y deglución derivados de una cirugía anterior». Esto le obligó a no poder comer sólidos, lo que ha influido en su notable delgadez. «No ha podido comer alimentos sólidos en más de seis meses debido a todas las cirugías por las que ha pasado desde entonces. Solo ha podido ingerir líquidos mediante una pajita, por lo que perdió casi la mitad de su peso corporal», aseguró. 

Estas personas cercanas a Charlene quieren aclarar que no se trata de un problema mental o de depresión, ni de cáncer, cómo también se ha especulado mucho. «No está perdiendo la cabeza ni sufre problemas graves de salud mental. Ella está agotada después de seis meses de cirugías y, como resultado de estas, una incapacidad para comer adecuadamente», afirman. Y subrayan que «extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo mientras estaba atrapada en Sudáfrica, porque no podía viajar a casa». 

En una entrevista en People, Alberto de Mónaco aclaró por fin que le ocurría a Charlene hace unos días coincidiendo con el día nacional de Mónaco, donde ella fue la gran ausente. Aseguró que aunque su vuelta a casa «fue muy bien en las primeras horas, pero después se hizo muy evidente que ella estaba mal». «Voy a decir esto varias veces, pero esto no tiene nada que ver con nuestra relación. Quiero dejar eso muy claro. No son problemas dentro de la relación entre un marido y una mujer. Es algo de otra naturaleza», relató. «Estaba desbordada y no podía afrontar las obligaciones oficiales, la vida en general ni la vida familiar», añadió.

Contó que llevaba días sin dormir bien y que «no comía nada bien, había perdido mucho peso, lo que la hacía muy vulnerable a otras enfermedades potenciales». Sobre esto, Alberto negó los distintos rumores que surgieron ante la falta de concreción de su dolencia: «No es covid. Y no está relacionado con el cáncer. No es un asunto de relaciones personales. Y, por rebatir otras especulaciones, no está relacionado en absoluto con la cirugía estética o un tratamiento facial».

Confesó que Charlene está recibiendo tratamiento médico en un centro fuera de Mónaco, en algún lugar de Europa, para tratarse por una «profunda fatiga, emocional y física». La decisión de su ingreso fue tomada de forma conjunta por la pareja con el apoyo de los hermanos de Charlene. Afirmaba que su tratamiento durará varias semanas.

Ausente de la vida pública desde enero

El último acto público en el que se pudo ver a Charlene en Montecarlo fue el pasado enero con motivo de la festividad de Santa Devota. En marzo viajó a su país natal para participar en una campaña contra la caza furtiva de rinocerontes. Fue entonces cuando contrajo la enfermedad que la impidió volver al principado.

La larga estancia de la princesa en el país africano desató rumores sobre la relación entre el matrimonio monegasco. Unas especulaciones que han perdido fuerza cada vez que la exdeportista ha enviado a su marido un mensaje de cariño a través de las redes sociales o cuando Alberto viajó a Sudáfrica con sus hijos mellizos, Jacques y Gabriella, para visitarla durante el pasado verano.