Activada la alerta sanitaria en España tras detectarse ocho posibles casos de la viruela del mono

Álvaro Soto MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Fernando Simón no considera probable que esta infección rara vaya a tener una transmisión importante, «pero no se puede descartar». Los casos registrados hasta ahora son de hombres que han mantenido relaciones sexuales con otros hombres. Portugal notifica cinco y tiene 15 bajo sospecha

18 may 2022 . Actualizado a las 15:26 h.

Nueva alerta sanitaria. El Ministerio de Sanidad ha pedido a las comunidades autónomas que estén atentas a posibles brotes de viruela del mono —o monkeypox— tras haberse detectado ocho casos sospechosos en Madrid que, según informa Europa Press, está siendo analizados por el Centro Nacional de Microbiología (CNM). Tal y como han confirmado fuentes del Gobierno madrileño, estos casos evolucionan bien aunque la enfermedad puede requerir ingreso hospitalario.

La voz de alarma la dio Reino Unido hace dos días, cuando informó de un brote con siete personas afectadas. Todas ellas eran hombres que habían mantenido relaciones con otros hombres, aunque no hay un vínculo epidemiológico entre ellos, lo que apunta a la existencia de diferentes cadenas de contagios. Mientras, Portugal ha confirmado cinco casos mediante PCR y tiene 15 bajo investigación, todos pacientes de «sexo masculino, estables y con lesiones ulcerativas», informó este miércoles la Dirección General de Salud lusa.

«Creemos que puede haber transmisión comunitaria de esta enfermedad e instamos especialmente a los hombres homosexuales y bisexuales a que estén atentos a cualquier erupción o lesión inusual y a que se pongan en contacto con un servicio de salud sexual sin demora», explica Susan Hopkins, asesora de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA por sus siglas en inglés). El primer caso que se detectó fue el de un hombre que se infectó en un viaje a Nigeria, donde la enfermedad es endémica, pero el resto se contagiaron en el Reino Unido. En cualquier caso, la agencia recuerda que «el virus no se propaga fácilmente entre las personas y que el riesgo para la población del Reino Unido es bajo».

En la misma línea se ha pronunciado esta mañana el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón. «No es probable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante, pero no se puede descartar», consideró en declaraciones a los medios durante un acto en Valencia. Esta enfermedad, explicó el epidemiólogo, se circunscribía hasta ahora a África, una patología parecida a la viruela humana, erradicada a finales de los años 70, que se transmitió de los monos a humanos y que, en general, entre los humanos, tenía muy poca transmisión, muy baja. De hecho, hasta hace pocos años los brotes «no tenían más de una segunda generación de transmisión». Sin embargo, recientemente sí se han detectado de hasta de tercera y cuarta generación, «brotes muy pequeños, autolimitados», precisó Simón.

Según la agencia sanitaria británica, la viruela del mono es una infección vírica de la que los contagiados se recuperan en pocas semanas. Los síntomas iniciales son similares a los de la viruela, aunque algo más leves. Incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento. Puede aparecer una erupción, que suele empezar en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales. Suele cambiar y pasa por diferentes etapas, y puede parecerse a la varicela o a la sífilis, antes de formar finalmente una costra que más tarde se cae. 

El Catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca Raúl Rivas González explica que la enfermedad fue descubierta en 1958, cuando se detectaron dos brotes en colonias de monos mantenidos para labores de investigación, aunque el primer caso humano de viruela del simio fue notificado en agosto de 1970 en Bokenda, una aldea remota en la provincia ecuatorial de la República Democrática del Congo. Rivas detalla que los primeros contagios se producen por el contacto con animales infectados y que ya entre humanos, la transmisión se produce por la saliva, excreciones respiratorias, por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra o también por las heces, pero agrega que no se contagia únicamente entre homosexuales. «Cualquier persona que tenga contacto con fluidos infectados puede contagiarse», señala.