La primera serie para televisión de Tim Burton

g. sánchez ROMA / EFE

SOCIEDAD

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Miércoles, de ocho episodios, se adentra en la vida de esta oscura joven obligada a lidiar con una serie de misterios y homicidios

02 nov 2022 . Actualizado a las 09:15 h.

Tim Burton creció sintiéndose parte de la tétrica Familia Addams, pero su preferida fue la tajante hija, Miércoles, a quien ha dedicado su primera serie: «Era una excluida entre excluidos. Y así es como me sentí yo», afirmó recientemente en la Feria Comics&Games de la localidad italiana de Lucca. Allí presentó la producción, que verá la luz el 23 de noviembre en Netflix.

Miércoles, de ocho episodios, se adentra en la vida de esta oscura joven (Jeena Ortega) obligada a lidiar con una serie de misterios y homicidios mientras estudia en la Academia Nevermore y, lo que es peor, a socializar con sus compañeros de clase.

«Yo crecí viendo la Familia Addams, tanto la serie como los dibujos animados me encantaron y fueron una inspiración real para mí, pero el personaje de Miércoles... Me siento como ella desde mi adolescencia», reconoció el cineasta. Y atajó, provocando una carcajada general: «Comprendo muy bien al personaje porque tuve problemas mentales la mitad de mi vida». La serie estará centrada naturalmente en la ácida hija, pero no faltarán el resto de integrantes de la original familia ideada por Charles Addams en 1938, partiendo de la madre, la icónica Morticia, interpretada por Catherine Zeta-Jones, o su elegante marido Gómez, al que dará vida Luis Guzman. Y, por supuesto, tampoco faltará Cosa, pero esta vez en forma de una mano «más vivida». Porque el tiempo ha pasado, y ahora la protagonista ya no es tan niña.

El mundo imaginado por Burton es igualmente misterioso y tétrico, pero quizá aumenta sus dosis de incertidumbre con los ecos de una realidad muy presente, como las redes sociales y sus efectos, no siempre positivos, en las escuelas de medio planeta. «Tengo miedo de internet porque cada vez que entro a buscar algo acabó en un agujero negro con vídeos divertidos de gatos», alegó.

El realizador estadounidense se sumerge así en un formato, el de las series, al que pocos ya se resisten y que ha sido «un gran placer».