La cumbre iberoamericana impulsa el uso científico del español y el portugués
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SOCIEDAD
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Responsables de 22 países buscan en Santiago soluciones a retos globales
03 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Durante la pandemia, y ahora también con las derivaciones que genera la guerra en Ucrania, la ciencia ha demostrado ser un motor de soluciones, una palanca de cambio. Con esas credenciales arranca la cumbre iberoamericana en Santiago, en la que durante dos días participarán responsables de política científica de 22 países.
España llega a esta reunión al más alto nivel con el compromiso de que el I+D+i sirva «para la recuperación de las crisis, la transformación de nuestros sectores productivos y tener una mayor resiliencia como país». Lo explicaba durante su intervención inicial la ministra de Ciencia, Diana Morant, que junto con Franklin García, su homólogo de la República Dominicana, país que acogerá la vigesimoctava Cumbre Iberoamericana el próximo mes de marzo, preside un encuentro en el que los más altos responsables en materia científica de los países participantes abordarán diferentes cuestiones sobre política científica y sobre el papel de motor de cambio y de solución de retos globales, como la crisis climática y el riesgo nuclear, de la ciencia.
Entre los temas que se abordarán se encuentra la carrera investigadora, a la que España, destacaba la ministra Morant, llega con una nueva ley de ciencia, aprobada sin votos en contra, que mejora las condiciones laborales de los investigadores y contribuye a estrechar la brecha de género, otra de las cuestiones fundamentales que se pondrán sobre la mesa estos días.
También se abordará la ciencia abierta y cómo esta debe llegar a todos los ciudadanos, para «que puedan tomar sus decisiones individuales basándose en la ciencia y se puedan proteger ante las distintas crisis», declaró Morant, que llamó a la colaboración entre científicos de ambos lados del Atlántico para reforzar la creación de conocimiento.
Servicio público
«Que la solución de la pandemia haya venido claramente de la mano de la ciencia ha hecho que la ciudadanía ahora mismo sea activista de la ciencia», afirmaba Morant. Por eso, anima a los participantes a buscar mecanismos para que ese clima continúe y «que la ciudadanía perciba el valor de la ciencia y la reivindique como servicio público».
A este respecto, el vicepresidente de la Xunta, Francisco Conde, ha reivindicado el ecosistema del I+D+i gallego, basado en una colaboración mutua de todos los agentes implicados: Administraciones, empresas y centros de conocimiento. Esa colaboración entre países es también uno de los temas centrales de la cumbre: «De manera intensa y con entusiasmo vamos a trabajar sin descanso para que de este encuentro puedan salir los planes de acción que fomenten una política común».
Los derechos digitales serán materia de debate con la idea de que la tecnología tiene que ser accesible y estar al servicio de todas las personas. La ciencia es un derecho fundamental incluido en la Declaración de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, que en su artículo 27 habla del derecho de los ciudadanos a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. «Los que estamos aquí tenemos la obligación de intensificar la colaboración científica internacional y favorecer la transferencia de conocimiento hacia los países menos avanzados tecnológicamente», prosiguió.
Al mismo tiempo es necesario trabajar en la dimensión virtual y en los derechos de los ciudadanos en el mundo digital, donde también se deben «garantizar los derechos de cada uno de los individuos» en las mismas condiciones en las que se garantizan en los distintos Estados a través de diferentes cartas y normativas.
La cumbre iberoamericana también servirá para buscar maneras de impulsar el portugués y el español como lenguas de comunicación científica, en la que en este momento prevalece el inglés. «Tecnología y ciencia pueden y deben hablar también en español y en portugués para que el conocimiento permee en nuestras sociedades», subrayó la ministra Morant.