Halloween: ¿por qué se celebra cada 31 de octubre la noche de Samaín?

La Voz

SOCIEDAD

Miguel Sierra | EFE

La festividad conocida mundialmente como Halloween es en realidad una celebración de origen celta

31 oct 2023 . Actualizado a las 14:00 h.

Aunque su vinculación con Estados Unidos es sobradamente conocida, lo cierto es que el origen de Halloween no radica exactamente en el otro lado del Atlántico. El término tiene su origen en «All Hallows' Eve» que, traducido a nuestro idioma, significa «Víspera de todos los Santos». Aunque en realidad, el nombre original de la festividad es Samaín que en lengua celta significa final del verano. Y es que precisamente la celebración tiene su origen en la civilización celta y en su relación con el calendario astronómico. Las primeras culturas fueron capaces de descifrar el patrón del calendario astronómico tenían señaladas fechas específicas en las que entendían que algo le ocurría al astro rey.

Además de los equinoccios y solsticios, que fijan los cambios de estaciones, existen puntos intermedios que son conocidos como cruce de cuartos. La Tierra alcanza hoy el ecuador entre el otoño y el invierno. Es además el período del año en el que crecimiento de la oscuridad se produce con más intensidad. Los celtas, conscientes de que la energía del sol parecía menguar, decidieron dar un protagonismo especial a este día en su calendario. Consideraban que entre el 31 de octubre y el 1 noviembre la oscuridad se adueñaba de sus vidas. Así que a partir de esta fecha contaban los años.

Los celtas también creían que en el Samaín las líneas que separaban el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se estrechaban hasta el punto de que ambos podían converger, permitiendo que los espíritus pudieran llegar al plano terrenal. De hecho, invitaban a los familiares ya fallecidos e intentaban ahuyentar a los espíritus malignos, usando trajes y máscaras para asustarles.

¿Cómo llegó a Estados Unidos?

Esta festividad meramente pagana comenzó a transformase cuando el cristianismo intentó asumirla en su calendario. Concretamente, los papas Gregorio III (731-741) y Gregorio IV (827-844) intentaron suplantar Samhain por el Día de Todos los Santos, que anteriormente se celebraba el 13 de mayo.

Con este camino ganado, el festejo llegó a los Estados Unidos a mediados del siglo XIX, de la mano de la inmigración irlandesa, aunque no fue hasta el año 1921 cuando adquirió el matiz masivo que tiene ahora. Y con la hegemonía política, económica y cultural del gigante americano no tardó en hacer el trayecto de regreso a Europa.