La infancia toma la palabra en el Parlamento de Galicia: «Queremos ser membros activos na construción do noso futuro»
SOCIEDAD
Jóvenes de los consellos de participación de Galicia han celebrado en el Hórreo un pleno en el que han propuesto medidas para paliar la desprotección de menores en la familia, la sanidad, la educación y el ocio
28 nov 2023 . Actualizado a las 19:44 h.El salón de plenos del Parlamento de Galicia se convirtió en este martes en un espejo en el que la sociedad podía verse. Porque, como ellos mismos explicaron, no son más que el reflejo del mundo de los adultos. Y ya es hora de hacer escuchar su voz. Como cada mes de noviembre, el Pazo do Hórreo acogió el Foro de Participación Infantil e Adolescente de Unicef Galicia, que en su undécima edición estuvo centrado en la desprotección en cuatro áreas: la familia, la sanidad, la educación y el ocio, incluyendo también las nuevas tecnologías y las redes.
«Queremos que nos deixedes ser membros activos na construción do noso futuro», reclamaba Celtia, representante del consello local de Moeche, que junto con Anxo, del de Cedeira (que participaba por primera vez) reclamaban que «se escoite a voz e a opinión» de las personas más jóvenes en lo que a decisiones sobre ellos y cambios en la sociedad se refiere, «porque nos afecta».
El pleno de este martes ha servido para relatar las propuestas que salieron los días 18 y 19 de noviembre del tercer Encontro Galego de Consellos de Participación Infantil e Adolescente, un encuentro que Claudia, portavoz del consello de Castrelo de Miño, definía como un «enriquecimento persoal e social» en el que medio centenar de niños, niñas y adolescentes debatieron sobre diferentes cuestiones en torno a la prevención de la violencia.
«Estamos fartas», reconocía Alejandra, portavoz del consello de Tomiño,que tomaba la palabra para recordar que en menos de dos años han tenido que asistir al desarrollo de dos guerras mediáticas, la de Gaza y la de Ucrania, y a otras muchas que siguen existiendo, aunque silenciadas. «Sen saír do país, vemos tamén como a clase política se falta ao respecto abertamente», censuraba, mientras reclamaba que se cumplan ya los artículos de la ley de infancia, una de las pocas que ampara a los más jóvenes.
El conocido como Manifesto de Carballiño habla del papel de la familia en el ámbito de la protección. Beatriz, del consello local de Moaña, desgranó las propuestas en este ámbito, incluyendo una comunicación activa entre los diferentes miembros de la familia y que debe extenderse también a los centros educativos. También proponen la creación de centros de acompañamiento para menores adoptados en ámbitos culturales distintos al gallego y la puesta en marcha de la estrategia de las 4C: cariño, comunicación, comprensión y confianza.
Roi, portavoz del consello local de Ponteareas, se centró en el ámbito de la educación, incluyendo el acoso escolar —«sabemos que o bullying é exercido por outros nenos, pero nós somos froito dos exemplos das pesoas adultas. A violencia está presente en toda a sociedade», reprobó— y la propuesta de crear puntos amarelos en los recreos, que funcionen como los puntos violetas para que los alumnos puedan acudir si se sienten acosados.
También ha reclamado la estabilidad del personal de psicología y orientación en los centros escolares y mayor formación del profesorado: no se trata solo de transmitir conocimientos, sino que «o trato que nos dan falan das suas capacidades para traballar con menores».
Elisa, representante del consello local de Redondela, puso el acento en la necesidad de formar a jóvenes y adultos en el uso de nuevas tecnologías, por que «son unha oportunidade para aprender» y porque «prohibir non será a mellor solución», en referencia a la posibilidad de que se restrinja el uso de móviles hasta los 16 años. «Chegaremos, mercaremos un móbil e o descoñecemento seguirá aí».
Adán, de A Laracha, quiso recalcar la necesidad de acabar con la violencia en el ámbito del deporte y del tiempo libre, recordando y haciendo recordar a los adultos que acuden a animar a sus hijos e hijas «os piares fundamentais: diversión e esforzo sen danar aos demais». También ha recordado que «a violencia tamén é impoñer uns xéneros a un deporte».
Candela, la portavoz de Viveiro, se ha centrado en la protección en el ámbito de la salud, reclamando autonomía y respeto a los menores sometidos a tratamiento porque «podemos saber o que nos pasa, os tratamentos aos que nos imos someter, os medicamentos que temos que tomar. Temos capacidade para poder asimilalo».
La joven también ha reivindicado una mayor atención a la salud mental, porque el hecho de que el suicidio sea la primera causa de muerte entre la población joven demuestra que «algo está a pasar. Non é normal».
«Somos membros activos das nosas comunidades e temos ganas de mellorar e de cambiar as cousas», insistía Eloy, del consello local de Teo, que recordaba el derecho a crecer en espacios seguros que eviten «traumas difíciles de reparar».
Ese deseo de participar también lo expresó María, del consello de Burela, que reclamaba a los representantes de los diferentes partidos e instituciones que se hagan «politicas de infancia de mans do protagonistas, que somos nós. Os nenos e nenas galegos temos moito que contar e poucos espazos onde facelo».
«Queriamos que o cadro reflectise os nosos dereitos, sobre todo o da participación» Rosalía, del consello de A Coruña, fue la encargada de presentar el cuadro que han realizado con la colaboración del artista Leandro Lamas y que ha sido donado al Parlamento gallego. El presidente, Miguel Santalices prometió darle un lugar visible a una obra que permite «amosar o que reivindicamos dun xeito artístico, dinámico, lonxe dos tradicionais manifestos ou as petición formais é importantísimo», recordaba Martín, de Nigrán.