La lotería agració a O Grove con 56 millones de euros que pueden haber volado en gran parte con los turistas
SOCIEDAD
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Las profecías de Manuel Rodríguez, de A Centola Dourada de Moreno, se cumplieron con el 58303, que vendió por ventanilla, y un décimo del 37038
23 dic 2023 . Actualizado a las 19:43 h.La fortuna aterrizó ayer en O Grove, confirmando las sensaciones que albergaba en los últimos meses el lotero Manuel Rodríguez, de A Centola Dourada de Moreno. Sabía que la suerte lo salpicaría en Navidad, pero quizás nunca pensó que con tantos millones. Rodríguez vendió en su administración nada menos que 45 series del 58303, el número que fue agraciado con el segundo premio. En total 56.250.000 euros, una cantidad que probablemente esté repartida entre turistas y vecinos, ya que treinta de esas series fueron vendidas en el mes de julio: «A xente de aquí non adoita mercar aínda nesas datas». «Aquí a xente vén comprar a de Nadal en novembro e decembro», añadía.
Rodríguez no daba crédito. Miró varias veces los papeles para confirmar que era cierto e incluso comprobar cuándo se habían despachado los billetes. Algunos de ellos, en septiembre. En un primer momento, pensaron que el número se lo había llevado una peña, de esas que suelen apostar más veces al año, lo que aumentaba las posibilidades de que hubiese sido más repartido, cosa que al final no sucedió. Los décimos habían sido vendidos en ventanilla.
Algún vecino de los que se acercaron a la administración ante el jolgorio reinante confesó que ese número era de los que le había ofrecido el lotero para jugar con su grupo de amigos, pero que, ante la indecisión, finalmente se quedó con otro. «Mira, téñoo aquí no grupo de WhatsApp», comentaba el hombre. Una lástima. De hecho, había cierta esperanza de que hubiese tocado en algún club o asociación de madres y padres de alumnos.
Quien sí apareció por allí fue una vecina agraciada con dos décimos, residente en Vilalonga, que contaba que destinaría el buen pellizco al pago de la hipoteca de uno de sus hijos. Era Angélica Casal, que se emocionaba porque había ido al pueblo traída por una mala noticia que afectaba a un familiar. Quizá por ello, lejos de dejarse llevar por la euforia, atendía a los medios entre lágrimas. Los loteros, Manuel y su empleada, Maica, la abrazaron efusivamente, mientras esperaban a que algún otro afortunado se pasase por las instalaciones. Con todo, la alegría de repartir suerte es para ellos más que suficiente.
A Centola Dourada está en racha. Este año ha repartido pequeños pellizcos en la bonoloto y en la primitiva. Ya en el 2019 colocó un tercer premio de la lotería de Navidad, el 00750, y en el 2020, algún décimo del gordo, el 72897, pero nunca la lluvia de millones había sido tan grande. «Estou pletórico, alucinando», reconocía Rodríguez, al tiempo que recibía felicitaciones de quienes entraban por la puerta y el teléfono no dejaba de sonar. Su mujer explicaba que desde que le pusieron el nombre a la administración «parece que atrae más a la suerte».
El cava ya se había descorchado una hora antes, pues A Centola Dourada vendió también un décimo del 37038, uno de los quintos. «Ese foi un billete de intercambio coa administración de Riotorto que vendeu a serie completa, e cedéunolo porque agora temos a posibilidade de fraccionar os billetes», explicaba. Aunque el afortunado no apareció por allí, en el local se brindó igual, que todo premio es una alegría. Hasta sus vecinas de la panadería Castros saltaban de felicidad. Rodríguez calcula que esta dosis de emoción aumentará las ventas de cara a la lotería del Niño, que ya van a buen ritmo, y animará a más compradores a apostar por la administración a la hora de depositar sus ilusiones. A mayor número de décimos, mayor probabilidad de que la fortuna se presente.
En la cafetería Habanero se selló en la máquina otro quinto, el 88979, otros 6.000 euros, pero el agraciado tampoco hizo acto de presencia en el bar.