Las prácticas de conversión sexual se castigarán en Portugal con hasta cinco años de cárcel

Brais Suárez
brais suárez OPORTO / CORRESPONSAL

SOCIEDAD

Fernando Sánchez | EUROPAPRESS

La ley aprobada por el Parlamento considera que estas terapias violan los derechos humanos

23 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A partir de ahora, el Código Penal portugués castigará «cualquier práctica destinada a la conversión forzada de la orientación sexual, identidad o expresión de género», tras la aprobación en el Parlamento de una ley que combina propuestas de varios grupos parlamentarios: Partido Socialista, Bloco de Esquerda, Livre y PAN. Solo el partido socialdemócrata (centroderecha) y el Chega (ultraderecha) se han opuesto a la norma.

De esta manera, quien someta a otra persona a este tipo de tratamientos, «incluyendo la realización o promoción de procedimientos médico-quirúrgicos, prácticas con recursos farmacológicos, psicoterapéuticos u otros de carácter psicológico o comportamental, será castigado con pena de prisión de hasta tres años o con pena de multa», según recoge el texto final.

Se recogen, además, una serie de agravantes, como infligir modificaciones físicas irreversibles, practicar estas terapias a menores, actuar en grupo u organización… y las penas podrían llegar hasta los cinco años de prisión o una prohibición, entre dos y veinte años, de ejercer funciones que impliquen un contacto habitual con menores de edad. Tampoco se podrá «asumir la confianza de un menor» mediante procesos como la adopción, apadrinamiento o acogida.

La aprobación de la ley implica un estudio para comprender la extensión de este tipo de prácticas, en qué condiciones se llevan a cabo y qué consecuencias tienen para las víctimas. Asimismo, se planea una campaña de concienciación sobre la «invalidez» de estas «terapias», al considerarse que violan los derechos humanos relacionados con la identidad de género y la orientación sexual.

Durante el proceso de debate parlamentario de las distintas propuestas de ley, el Colegio de Médicos emitió un comunicado en el que criticaba este tipo de terapias por «no estar comprobada su eficacia ni respetar los patrones éticos y deontológicos de la práctica médica».

Ante todo, el organismo destaca que «la diversidad en la orientación sexual y la identidad de género representa expresiones normales, que no pueden ser consideradas como enfermedades».

Autodeterminación de género

Más polémica está resultando otra ley aprobada hace solo una semana, que permite la autodeterminación de género en los colegios; es decir, que los alumnos puedan escoger el nombre y el género por el que quieren ser tratados y que se refleja en los documentos. Distintas asociaciones de padres y madres de alumnos y de directores de colegios han firmado una petición dirigida al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, para que vete el texto legal, que consideran «innecesario y que no aporta elementos que ayuden o contribuyan a la deseada inclusión que se busca en el sistema educativo», alegan, a la vez que piden una entrevista con Rebelo de Sousa para exponerle sus preocupaciones.

Los docentes explican que hasta ahora cada potencial caso de disforia era tratado individualmente. El punto más polémico gira en torno a los vestuarios y cuartos de baño, que los alumnos podrían usar en función de «mayor identificación».

Tras su aprobación en la Asamblea de la República, ambas leyes deben ser todavía promulgadas por Rebelo de Sousa.