La calidad del aire mejora en Galicia, pero de forma insuficiente para cumplir con la nueva normativa europea

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El tráfico es la mayor fuente de contaminantes a la atmósfera
El tráfico es la mayor fuente de contaminantes a la atmósfera Marcos Miguez

Más de 700.000 gallegos respiran aire contaminado si se aplicaran ahora los límites que entrarán en vigor en el 2030

19 jun 2024 . Actualizado a las 22:18 h.

España aprueba en materia de calidad del aire. Es una realidad, aunque con un gran pero. España cumple con la actual legislación, pero ninguna estación de medición de la península ibérica cumple con los estándares saludables marcados por la Organización Mundial de la Salud. Y si se establece como límite la nueva actualización comunitaria, dos tercios de la población, o lo que es lo mismo 32,6 millones de personas, respiraron «con más contaminación de la que se permitirá en la Unión Europea», asegura Ecologistas en Acción en su informe La calidad del aire en el Estado español durante 2023.

Si el chequeo se aplica a Galicia, el informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción determina que 740.000 gallegos estuvieron expuestos durante el 2023 a una contaminación del aire que excede los nuevos límites aprobados para el 2030 por el Parlamento Europeo, si bien ha mejorado respecto al 2022 y años anteriores a la pandemia, aunque no de manera «suficiente para garantizar aire limpio» para todos.

Según los ecologistas, las áreas urbanas de A Coruña y Vigo incumplen el nuevo límite legal anual del dióxido de nitrógeno y la mayoría de las ciudades gallegas aún no han implantado las zonas de bajas emisiones mientras que la de A Coruña la consideran «anecdótica».

El informe analiza datos de 56 estaciones oficiales de medición de la calidad del aire en Galicia y concluye que en el 2023 mejoró con respecto al 2022 y los previos a la pandemia con una reducción de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (O3), en porcentajes que oscilan entre el 15 % y el 73 % con respecto a las medias de período 2012-2019.

Una mejora que, denuncian los ecologistas, «no fue suficiente para garantizar un aire realmente limpio para toda la población gallega» si se toman como referencia los nuevos valores límite aprobados por el Parlamento Europeo y que deberán alcanzarse antes de 2030.

Con esos umbrales como referencia, el aire contaminado habría afectado en el 2023 a una cuarta parte de la población gallega, la residente en las áreas metropolitanas de A Coruña y Vigo, sostiene Ecoloxistas en Acción.

En todo caso, señalan que considerando «la normativa legal aún vigente, no hubo población que respirara aire contaminado ni superficie expuesta a niveles de contaminación que perjudican la vegetación, por encima de los obsoletos límites legales actuales».

Pero si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo de la UE para proteger la vegetación, «el aire contaminado afectaría en el 2023 a la totalidad de la población gallega», apuntan los ecologistas.

En cambio, precisan que por la caída del ozono troposférico (O3) todo el territorio gallego estuvo libre de niveles de contaminación que dañan la vegetación.

Ecologistas en Acción asegura que la contaminación por partículas (PM10 y PM2,5) afectó principalmente a las siete mayores áreas urbanas, Arteixo (A Coruña) y el entorno de Alcoa San Cibrao y Cementos Oural (Lugo). La peor situación para estos contaminantes se dio en el área metropolitana de Vigo, donde se superaron los nuevos valores límite legales aprobados para 2030.

Los ecologistas señalan que la polución por dióxido de nitrógeno (NO2) «fue especialmente preocupante en A Coruña y Vigo», ya que en algunas estaciones «incluso se incumplió el nuevo límite legal anual de este contaminante para 2030».

También se excedió el más exigente valor límite anual recomendado por la OMS en Ourense, Pontevedra, Arteixo y en el entorno de Cementos Oural (Sarria) y de la planta de regasificación de Reganosa en Mugardos (A Coruña).

Ecoloxistas en Acción ve «lamentable que los municipios con mayores problemas de contaminación, A Coruña y Vigo, carezcan de protocolos de actuación frente a episodios de contaminación atmosférica como los que periódicamente les afectan», mientras que desde la Xunta sostienen que ha actualizado el protocolo autonómico, que «incluye un catálogo genérico de medidas cuya adopción se deja a la discrecionalidad de su órgano gestor».

Tras dos décadas sin actualizar los umbrales de contaminación, la Comisión Europea los ha revisado y serán de obligado cumplimiento en el 2030. El nuevo límite de las PM2,5 pasa de los 20 microgramos por metro cúbico a 10. Las PM10 de 40 a 20, el ozono (O3) se mantiene sin cambios y el dióxido de nitrógeno (NO2) baja hasta los 20 microgramos desde los 40 pautados.

A pesar de estar lejos de los límites legales, la calidad del aire también ha mejorado en el conjunto de España y se explica «en que hemos consumido menos combustibles fósiles y que la mitad de la energía consumida en España tiene origen renovable», detalla Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe.

Sin embargo, muchas zonas, «aún con los límites actuales» -advierten los responsables de la investigación-, superan los umbrales legales de estos contaminantes. En concreto, 2,9 millones de personas respiraron aire contaminado «con estos límites obsoletos», recuerda Ceballos. «No podemos ser complacientes, tenemos mucho trabajo por delante de cara al 2030», advierte Juan Bárcena, responsable de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

 Un año más, la principal fuente de contaminación es el tráfico motorizado. A esa problemática se le suma el ozono. «Es el contaminante que presenta una mayor extensión y afección, y el más ligado al cambio climático», señala el informe. «Pero este no lo provoca, lo agrava», aclara.

«No hay que olvidar que el principal emisor de partículas contaminantes es la actividad humana», recalca el coordinador del informe. Para ello, recuerdan los portavoces de Ecologistas en Acción, se pusieron en marcha varias medidas entre las que se encuentran las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). «El objetivo de estas era reducir los contaminantes en las ciudades y limitar la emisión de gases de efecto invernadero», añade Carmen Duce, coordinadora en la organización ecologista.

Unas áreas, obligatorias para municipios con más de 50.000 habitantes, entraron en vigor a principios del 2023 y «aún hay muchos que ni siquiera han presentado sus planes», denuncia Duce. «Y de las que hay, muchas son de risa», apostilla Ceballos. «Las administraciones no se están tomando este tema en serio».

Según la Agencia Europea del Medioambiente (AEMA), la contaminación atmosférica es uno de los riesgos significativos para la salud de los habitantes en el Viejo Continente, «causando enfermedades crónicas y muertes prematuras». Las últimas estimaciones de este organismo comunitario, al menos 238.000 personas fallecieron de forma prematura en la UE debido a la exposición de partículas PM2.5. Además, la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) causó casi 50.000 muertes prematuras y el ozono, 24.000.

«Necesitamos más planes de actuación para episodios a corto plazo y para la eliminación de la contaminación estructural», recalca Bárcena. «Pero de verdad, no valen SMS de avisos a gente que se ha apuntado», apostilla.