La UE investiga a Meta por exigir suscribirse o aceptar el uso de datos personales con fines comerciales

LA VOZ

SOCIEDAD

Página donde Meta informa de su nueva política de privacidad a la que se accede a través de la aplicación de Instagram y donde hay un formulario para oponerse a ceder datos para el desarrollo de su IA
Página donde Meta informa de su nueva política de privacidad a la que se accede a través de la aplicación de Instagram y donde hay un formulario para oponerse a ceder datos para el desarrollo de su IA SENÉN ROUCO

El organismo europeo ha enviado una carta a la matriz de Facebook e Instagram, que podría estar violando los derechos de protección de datos de los usuarios con el modelo «pagar o consentir»

22 jul 2024 . Actualizado a las 14:02 h.

La Unión Europea, a través de la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor, está investigando a Meta por una posible infracción de las normas europeas de consumo con su modelo que obliga al usuario a escoger entre pagar una suscripción o autorizar el uso de sus datos personales con fines comerciales.

Este lunes, la Comisión Europea ha remitido una carta a la matriz de Facebook e Instagram, reclamando información sobre prácticas que «potencialmente podrían ser consideradas injustas y contrarias a la Directiva de prácticas comerciales injustas y la Directiva de términos contractuales injustos».

Esta reclamación forma parte de una acción iniciada por las autoridades francesas y coordinada por el organismo europeo, inmediatamente después de que Meta pusiese en marcha este nuevo modelo en el 2023. Según informa EFE, la tecnológica estadounidense podrá responder a este requerimiento hasta el 1 de septiembre. Si entonces no propone soluciones, la UE podría poner en marcha medidas como sanciones para proteger al consumidor

El pasado 1 de julio, la Comisión Europea ya informó de que Meta incumplía la Ley de Mercados Digitales con su nueva política, alegando que «esta elección obliga a los usuarios a consentir la combinación de sus datos personales y no les ofrece una versión menos personalizada, pero equivalente, de las redes sociales de Meta». Ahora, a estas investigaciones se suma la evaluación de sus prácticas en relación a la protección de los consumidores.

En qué consiste el modelo «pagar o consentir»

El modelo «pagar o consentir» obliga a los usuarios de sus redes sociales a escoger entre suscribirse a Facebook e Instagram pagando una tasa o autorizar a la empresa a usar sus datos personales para mostrarles anuncios personalizados, permitiéndole generar ingresos.

En el primer caso, el usuario suscriptor paga una cuota mensual que le permite utilizar una versión sin anuncios de estas redes sociales.  En el segundo, el usuario no paga, así que sí ve anuncios y Meta utiliza sus datos personales para prestar servicios de publicidad en línea. Con el acceso a su gran base de datos, la Comisión Europea explicaba en su comunicado del 1 de julio que esto le ha «conferido posibles ventajas en comparación con los competidores que no tienen acceso a una cantidad tan grande de datos, lo que ha levantado grandes obstáculos a la prestación de servicios de publicidad en línea y servicios de redes sociales».

Posibles prácticas «engañosas o agresivas»

Las autoridades nacionales han analizado varios elementos que podrían constituir prácticas «engañosas o agresivas», en particular, si Meta proporcionó a los consumidores de antemano información verdadera, clara y suficiente, y si esta les permitía entender las implicaciones de su decisión sobre sus derechos como consumidores. Además, los organismos de protección del consumidor temen que los usuarios se viesen sometidos a una presión «indebida» para elegir rápidamente entre las dos opciones por miedo a perder instantáneamente el acceso a sus cuentas, explicó el Ejecutivo comunitario.

Entre los comportamientos de Meta que están siendo analizados figuran, por ejemplo, usar de manera «engañosa» la palabra «gratis» para los usuarios que no quisiesen suscribirse cuando, al autorizar el uso de sus datos, la empresa podría generar ingresos, o el «confundirles» haciéndoles navegar por diferentes pantallas para leer las condiciones de servicio y privacidad. También el uso de «lenguaje impreciso, como usar "tu info" para referirse a los "datos personales" de los consumidores» o sugerir que los usuarios que decidan pagar no verán ningún anuncio, pese a que sí que podrían verlos a través de contenido compartido por otros usuarios.

Las autoridades europeas también creen que Meta podría haber presionado a los consumidores, que siempre han usado Facebook e Instagram de manera gratuita, para tomar una decisión inmediata sin darles un aviso previo, suficiente información o una «oportunidad real» de evaluar como puede afectar su elección a la relación contractual con Meta al no dejarles acceder a sus cuentas antes de decidir.

Esta acción se centra, por tanto, en una posible violación de la normativa de consumo y es diferente a otras ya abiertas por Bruselas a Meta, como la iniciada para determinar si este modelo de pago o autorización del uso de datos podría violar la Ley de Mercados Digitales europea, la petición de información al respecto bajo la Ley de Servicios Digitales, o la evaluación iniciada de las autoridades irlandesas en virtud del Reglamento de Protección de Datos.