Cuando el pasado martes Najwa Nimri le pronosticó a David Broncano que su nuevo programa en La 1 estaba a un paso de arrebatarle el liderazgo a Pablo Motos, ni ella ni nadie imaginaban que el adelantamiento se estaba produciendo en ese momento en directo. Se intuía que La revuelta llegaba como competidor importante, pero no que podría destronar a El hormiguero en su segundo día de emisión. En su contrato blindado por dos años, TVE le puso al humorista un listón de audiencia mayor del 7 % para asegurar su continuidad. Esta semana estuvo cerca de triplicarlo y ganó a Antena 3 dos noches de cuatro.
Aunque sea una novedad en la parrilla en abierto, el heredero de La resistencia no es novato. Lleva siete temporadas de rodaje en Movistar+ y tiene un público acumulado que, aunque no tenga tele de pago, consumía sus vídeos troceados en redes sociales. Gran parte de los seguidores que se han sentado esta semana a divertirse con Broncano veían el programa al completo por primera vez. Y todo esto sin que el espacio de las hormigas haya perdido audiencia, porque ambos tienen cuotas de pantalla bien aquilatadas. Se intuye la llegada de un público joven que se incorpora a la televisión que había abandonado porque no se veía representado, pero el podio del entretenimiento todavía no entrega medallas.