La cosecha, que ya supera los 70 millones de kilos, destaca por su calidad
07 oct 2024 . Actualizado a las 09:19 h.Las condiciones meteorológicas han marcado, en esta campaña, el final de la vendimia. Porque el anuncio de incesantes e intensas lluvias ha llevado a las bodegas a acelerar ligeramente las tareas de recogida. De esta forma, cuando el agua comenzó a caer en la comunidad, más del 90 % de la cosecha estaba ya en las bodegas. Todavía quedan pequeños flecos por finalizar, pero los técnicos están de acuerdo en que el agua no supondrá ya un daño para la producción de este año que, además, destaca por su gran calidad.
«Las previsiones meteorológicas provocaron que las bodegas aceleraran la recogida», explican en el consello regulador de O Ribeiro, donde dieron por finalizada la vendimia el pasado jueves. Aún quedan algunas tareas pendientes, «bodegas que hacen por ejemplo vinos con uva botritizada, pero el 98 % de la uva está ya recogida», afirman. «É unha boa colleita, similar á do ano pasado en cantidade, aínda que en calidade é moito mellor», añade la presidenta de la denominación, Concha Iglesias. La producción ha rondado los once millones de kilos y, la mala noticia, «es que este año hemos recogido menos treixadura», dice el consello.
En Rías Baixas se han cumplido las previsiones y la cosecha sigue, por ahora, en 41,3 millones de kilos de uvas. Desde el consello regulador recuerdan que todavía quedan algunas bodegas trabajando, pero estiman que la producción final no variará en más de cien mil kilos. Una cantidad que queda lejos de los 44,3 millones que vendimiaron el año pasado. También aquí hablan de una excelente calidad: una uva en perfecto estado sanitario y con una excepcional maduración.
¿Por qué es tan buena la cosecha de este año? «Porque durante los meses de agosto y septiembre casi no llovió y eso permitió que el estado sanitario de la uva fuese bueno. Además, fue un año con muchas lluvias en la primavera y la planta tuvo reservas suficientes para hacer una excelente campaña», cuenta José Ramón Rodríguez Castellanos, presidente del consello de Valdeorras. Esta denominación fue la primera en comenzar a vendimiar y, actualmente, «todavía quedan cinco bodegas trabajando», añade. Pero ya hay en las bodegas ocho millones de kilos de uva, algo más que el pasado año, de los cuales más de seis son de godello, la variedad estrella. «La vendimia transcurrió muy bien y la verdad es que esperamos grandes vinos para este año», augura.
Algo más retrasados van los trabajos en las otras dos denominaciones de origen gallegas: Monterrei y Ribeira Sacra. En la primera de ellas «quédanos aínda unha semana de traballo porque temos dez adegas vendimando», explica Jonatás Gago, el presidente del consello regulador. En las bodegas ya hay más de siete millones de kilos de uva, en una cosecha que es superior en cantidad a la del pasado año. A pesar de que la tarea no ha terminado, las lluvias no suponen un problema, «as variedades máis sensibles xa están vendimadas. Complican a tarefa para as adegas, que teñen que parar cada vez que chove». La añada, predice «será espectacular, teremos que facer uns viños excelentes».
La misma calidad tiene la uva que está vendimiando la Ribeira Sacra, donde la vendimia de este año tiene un sabor agridulce. Dulce, precisamente, por esa calidad, que es excelente, y agria por la situación de algunas bodegas, incapaces de vender el vino de otras añadas y que han solicitado la destilación de crisis. Aún así, se han recogido ya 4,4 millones de kilos de una producción que se estima llegará a los cinco millones. «Tenemos 34 bodegas que todavía están trabajando, 54 que han finalizado y seis que no han empezado», cuenta Antonio Lombardía, el presidente de esta denominación. Asegura que, por ahora, la gente está vendimiando, y la uva se está recogiendo, sea para particulares o para hacer el vino en casa. «Esperamos el año que viene establecer mecanismos que nos permitan ajustar la cantidad de uva con la demanda», concluye. Porque este año la cosecha de uva gallega está ya casi toda vendimiada y asciende ya a 71 millones de kilos, seis menos que en el 2023.