El Vaticano pide indemnizar a las víctimas de abusos y actuar con mayor transparencia

darío menor COLPISA /ROMA

SOCIEDAD

Guglielmo Mangiapane | REUTERS

Una comisión presentó un informe crítico con el papel de la Iglesia

29 oct 2024 . Actualizado a las 18:07 h.

Le queda mucho camino por recorrer a la Iglesia católica para superar las dificultades actuales a la hora de afrontar la crisis de la pederastia eclesial. Lo deja claro el primer Informe anual sobre las políticas y procedimientos de tutela en la Iglesia, elaborado por la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores. Este documento, elaborado por petición expresa del Papa Francisco y publicado este martes, aboga por actuar con mayor transparencia y agilizar los procesos civiles y canónicos en los casos de abusos, al tiempo que propone la creación de una suerte de representante de las víctimas para facilitar las comunicaciones con la Curia romana, que suelen ser lentas y farragosas.

En el texto se pide, asimismo, un procedimiento más claro para cesar a los obispos que encubran los casos de pederastia y se subraya la importancia de que las víctimas reciban un resarcimiento como «compromiso concreto para su camino de curación». La indemnización no solo debe ser económica, ya que «el reconocimiento de los errores, la petición pública de perdón y otras formas de verdadera cercanía a menudo son más importantes». También propone el citado documento al papa que escriba una encíclica sobre la protección de los niños y los adultos vulnerables en la vida de la Iglesia.

Este significativo informe llega diez años después de la creación de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores por iniciativa de Jorge Mario Bergoglio. Este organismo que incluye a víctimas entre sus miembros está presidido por el cardenal capuchino Sean Patrick O'Malley, arzobispo emérito de Boston y que no tuvo reparos en vender la residencia episcopal de esta ciudad estadounidense e irse a vivir al seminario para pagar las indemnizaciones a los supervivientes de abusos. Esta larga experiencia le llevó a reconocer este martes que la Iglesia ha vivido durante décadas un «período oscuro» y «falto de profesionalidad» a la hora de afrontar esta lacra. En cambio, hoy, aseguró, se están dando pasos para actuar con «responsabilidad, cuidado y preocupación por las víctimas». Se hace con «sistemas de denuncia», «protocolos de gestión del riesgo», «promoción de ambientes seguros» y «formación de profesionales en el acompañamiento».

El Informe anual sobre las políticas y procedimientos de tutela en la Iglesia destapa el diferente nivel de colaboración de las diversas instituciones eclesiales. Mientras que algunos episcopados y congregaciones religiosas han dado grandes pasos adelante en este ámbito, en Latinoamérica y el Caribe, África y Asia cuentan con «escasos e inadecuados recursos». También se puede hacer mucho más en la propia Curia romana, que está llamada a ser «un referente» pero que se ve lastrada por la «fragmentación de las responsabilidades» entre los distintos ministerios vaticanos que lidian con esta lacra, como el dicasterio para la Doctrina de la Fe, el del Clero, el que se encarga de la vida religiosa y el de los obispos. La Pontificia Comisión para la Protección de los Menores invita a elaborar un «protocolo inequívoco y compartido» para la gestión de los abusos en la Curia romana, de manera que se eviten «retrasos» en el servicio que se presta a las Iglesias locales.

 «Nunca pensé que este día llegaría», señala una víctima

El chileno Juan Carlos Cruz, víctima de abusos por parte de un cura pederasta, celebra como «una garantía de no reincidencia» el primer informe sobre la gestión de esta lacra presentado este martes por la comisión vaticana para la Protección de los Menores, de la que él mismo forma parte. «Nunca pensé que este día llegaría y si me lo hubieran dicho hace 15 años, cuando yo llevaba ya luchando mucho tiempo, no me habría imaginado un resultado similar», dijo en la presentación de este documento.

Cruz, una de las víctimas y denunciantes del cura pederasta Fernando Karadima, es uno de la comisión para afrontar la crisis de los abusos. «Quisiera agradecérselo a aquellos que trágicamente ya no se encuentran con nosotros, porque muchos se suicidaron, dejaron el mundo sin esperanza alguna», apuntó.