Un estudio de «Nature» advierte de que TikTok provoca problemas de autoestima y estrés en los adolescentes

Las chicas están más enganchadas y consumen sobre todo contenidos de belleza y moda, y los chicos se entretienen con publicaciones relacionadas con los videojuegos y los deportes profesionales. TikTok es, a día de hoy, la red social más popular entre los adolescentes, una aplicación adictiva por diseño en la que el 20 % de los menores se pasa al menos dos horas al días. Es muchísimo tiempo. Cuando apagan el móvil, el sentimiento predominante es la autoestima baja; también se notan sensiblemente estresados y, cuanto más minutos pasan deslizando el dedo, menos capaces se perciben de fijar límites en el visionado. Son los resultados del primer estudio realizado en España sobre el impacto del uso prolongado de la plataforma en el bienestar, llevado a cabo por la Universitat Pompeu Fabra (UPF) en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), y publicado en la revista Nature.

Hasta uno de cada cinco jóvenes españoles pasan más de 60 horas al mes en TikTok —más las chicas (casi el 25 %) que los chicos (en torno al 15 %)—, superando el umbral recomendado en el uso de las redes sociales a partir del cual puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud mental. Atendiendo al detalle, la investigación constata que más de la mitad de los adolescentes (53,19 %) dedican más de una hora diaria a consultar la aplicación y que uno de cada tres alarga el consumo a la hora y media. Diversos estudios habían demostrado ya que destinar más de dos horas al día a las redes estaba asociado a una «baja autoestima» —en lo que se refiere a la imagen corporal—, a una percepción negativa de la propia salud mental, a un incremento del riesgo de estrés psicológico e incluso a ideas suicidas; este, pionero en la observación de los efectos específicos de TikTok sobre los más jóvenes, delata que, además del tiempo invertido, influye sustancialmente también el tipo de contenido que se consulta. Visualizar vídeos relacionados con la cultura ha demostrado estar relacionado, por ejemplo, con una mejor gestión de las emociones.

Navegación pasiva

TikTok presenta ciertas particularidades que la hacen especialmente nociva para los usuarios más inmaduros. A diferencia de Facebook o Instagram, que fomentan las relaciones sociales, anima a interactuar con un afinadísimo algoritmo personalizado. Fomenta un consumo mucho más pasivo de vídeos —no se participa, no se contribuye ni comentando ni publicando contenidos propios— y una menor comunicación —no suele abrir debate—. El scroll interminable, inherente al formato, puede llegar a desdibujar la percepción temporal, alimentando la adicción, ya que el principal motor del uso de TikTok entre los adolescentes es la gratificación del entretenimiento y el like —el afecto—.

Las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto la necesidad de adoptar medidas para limitar el tiempo que los menores pasan en este lugar. TikTok anunció recientemente su intención de fijar un máximo diario de pantalla de 60 minutos para los usuarios que no hayan cumplido los 18, pero tal y como apunta el trabajo de la UPF y la UOC, citando a estudios previos, la desconexión, incluso la abstinencia, no son la solución.

Un uso bajo o excesivo se ha asociado con una disminución del bienestar, mientras que la utilización se ha demostrado más beneficiosa, mental y emocionalmente. Sería, por tanto, conveniente que se determinase qué tiempo es equivalente a moderado en cada contexto sociocultural y franja de edad para promover la utilización equilibrada de esta plataforma. Los responsables de esta investigación proponen, además, realizar auditorías regulares del algoritmo de TikTok para prevenir sus efectos adictivos.

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