La Xunta quiere aprovechar el impulso de que la Aesia esté en A Coruña
29 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Foro La Voz-Amtega «Galicia é-Intelixente» desgranó ayer en Museo Santiago Rey Fernández-Latorre las claves fundamentales de la ley autonómica de inteligencia artificial que la Xunta y las empresas quieren usar para convertir Galicia en referente.
Julián Cerviño, director de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega) puso en valor que Galicia fuese de las primeras comunidades en ponerse a trabajar en una normativa de este tipo y ahora, con la llegada de la ley europea lo ve como «unha forma de aterrar todo o que emana do regulamento europeo» para ver como se aplica «dunha forma eficiente e eficaz». Tanto a nivel público, para lograr «unha administración máis áxil, máis centrada no cidadán e máis eficiente», como de cara a la sociedad, para impulsar la alfabetización digital y «fomentar a incorporación desta tecnoloxía no sector produtivo». Considera que lo va a necesitar «para non perder competitividade» y para la «creación e retención de talento». Por eso cree que se presenta una ocasión única para «aproveitar a localización da Aesia en Galicia para crear un epicentro polo menos a nivel nacional».
Ana Freire, vicedecana de Impacto Social e Innovación Académica de la UPF Barcelona School of Management, puso en valor que sea «una ley centrada en el ser humano y focalizada en lo que va a hacer la Administración pública». Valoró positivamente el carácter multidisciplinar de su desarrollo, con aportaciones del campo tecnológico, pero también «de la ciencia y las humanidades» y, sobre todo que esté «muy centrada en los sesgos que la IA puede perpetuar». Además, a partir de una apuesta fundamental por la transparencia «se deja abierta la puerta a algunos sistemas que no son tan transparentes, si van a aportar un beneficio mucho mayor». Xosé Cuns, director de la EAPN (European Anti Poverty Network) Galicia-Rede, cree que la ley es más necesaria que nunca en «un ambiente de discursos de odio» y agradece especialmente que se esté desarrollando de «xeito participado e dialogado». Por eso realiza una «valoración positiva» aunque insiste en la necesidad de «participación das entidades», porque en su campo, el de la lucha contra la pobreza, son las que están en contacto directo con las más de 700.000 personas a las que ayudan.
La red contra la pobreza
Cerviño incidió en que la ley «aspira a crear confianza na cidadanía e nos funcionarios públicos, para que poidan facer un uso con garantía, sabendo que van a estar amparados». También busca «unha democratización do acceso á intelixencia artificial para que esas vantaxes cheguen a toda a sociedade». Por eso el director de Amtega agradeció especialmente las aportaciones de la red contra la pobreza y las que puedan llegar ahora durante la tramitación parlamentaria. A su juicio, estamos en un «momento de certa hipérbole, e hai certa burbulla ao redor desta tecnoloxía», pero eso no significa que todo vaya a desaparecer. Al contrario, cree firmemente en su permanencia, porque «non é algo que xurdira hai catro anos». «O tema da intelixencia artificial —recuerda— ven de catro décadas de traballo, e iso vai quedar. O que temos é que ser capaces como sociedade de distinguir o que aporta valor do que non o aporta». El objetivo es evitar que las empresas gallegas, especialmente las micropymes, a las que es más difícil llegar, no pierdan competitividade.
Francisco Javier Díaz, gerente de Capacidades Digitales de Abanca, coincide en que «son algoritmos que están dispoñibles dende fai moitos anos», y habla también de la IA generativa, tipo ChatGPT, a la que ve «en fase embrionaria», aunque ya hay quien dice que puede implicar «un impacto superior ao que tivo Internet no seu momento». En Abanca le están encontrando aplicaciones especialmente útiles «en maiores e ámbitos rurais, para evitar que poida haber unha fenda dixital». Dado el uso mayoritario que todavía tiene el dinero en efectivo en estos entornos, donde el banco alcanza una «cobertura de preto do 97 % dos municipios», a través de sus cajeros están implementando tecnología «para que se poidan manexar por voz, recoñecendo a linguaxe das persoas, para aquelas que teñan dificultades visuais». Pero también están aprovechando ya aplicaciones más universales para «simplificar os documentos que se xeran» y utilizar «unha linguaxe moito máis accesible, máis directa e reducindo a extensión», o para «interpretar e entender dunha forma automática e directa cal é a preocupación do cliente» en una llamada telefónica. Con estas herramientas el banco consigue saber mejor lo que demandan sus usuarios para «darlle cada vez solucións máis axeitadas».
Es más, la IA les sirve para «detectar e darlle visibilidade a necesidades que os propios clientes non saben que teñen». Por ejemplo mostrarles «cal foi o seu patrón de gasto nos últimos tempos».
«La IA va a ser la futura compañera de los médicos»
El campo de la salud es, quizás, el más maduro en la aplicación de la inteligencia artificial, porque hace ya decenios que se usa, por ejemplo como el respaldo al diagnóstico por imagen. Por el ejemplo, el Sergas tiene ahora un proyecto piloto para mejorar la detección del cáncer de mama y se emplea también para que los radiólogos puedan anticipar sospechas de alguna patología.
«La inteligencia artificial va a ser la futura compañera de los médicos. No digo que se reemplacen, porque nunca podremos entrenar a un algoritmo para que lo haga como el personal médico, con su conocimiento y experiencia, pero sí se puede usar en ciertas tareas de apoyo a la toma de decisiones, de apoyo al diagnóstico... tender a esta medicina de precisión, personalizada», explica Ana Freire, que encabeza un proyecto para «detectar a través de las redes sociales «cómo se comportan personas con problemas de ideación suicida, depresión o trastornos de conducta alimentaria, como la anorexia, para extraer un patrón de comportamiento en estas personas y lanzar campañas que encajen en esos perfiles con teléfonos o chats de ayuda». En la primera campaña lograron, por ejemplo incrementar las llamadas al teléfono de prevención del suicidio (024) y las conversaciones en el chat de ayuda de una institución de Barcelona pasaron a de 150 a 1.500.
Además, hay en marcha otras muchas iniciativas. Por ejemplo, para controlar en su casa a pacientes bipolares para detectar sus fases maníacas y depresivas.
Las entidades sociales quieren evitar que «o prexuízo se volva algoritmo»
Las aplicaciones de la inteligencia artificial se incrementan a diario. Como señaló Julián Cerviño, la Xunta las está utilizando ya, por ejemplo, para «casar a oferta coa demanda» a nivel laboral y así poder orientar los planes formativos que se ofertan, y también en lucha contra incendios, para la «detección rápida a través de imaxes». Las posibilidades laborales son evidentes, como puso de manifiesto Francisco Javier Díaz, que citó un informe reciente que cifra en 30.000 los puestos de trabajo directos generados solo en España, a la que sitúa en quinta posición a nivel de desarrollo en Europa. «Fai non tantos anos se buscaban perfiles financeiros, e hoxe en día o que máis se piden son perfiles técnicos, tanto de programación como aqueles de análise de datos, estatística, intelixencia artificial...», ejemplificó el responsable de Capacidades Digitales de Abanca.
Más allá de la empresa, las entidades del tercer sector tampoco están al margen de los beneficios que promete ni de las disfunciones que perpetúa la IA. Pasa en las entidades sociales y en la Administración, donde, como explica el director de Amtega, se usa para «chegar aos cidadáns» con los recursos «que máis corresponden á súa realidade». De este modo se logra que les lleguen «as oportunidades, as axudas, as subvencións» a las que tienen derecho.
«É moi útil cando acompaña procesos de atención personalizada, cando reforza a intelixencia emocional», quiso dejar claro Xosé Cuns, quien explicó que se emplea, por ejemplo, para «detección precoz de necesidades». A nivel interno también la aplican para «simplificación burocrática» a la hora de realizar las justificaciones económicas de los proyectos y otras tareas similares, «sempre con el requisito fundamental de que persoas atendan a persoas». Por ejemplo el «atlas de pobreza nos fogares do INE» les permite conocer las necesidades barrio a barrio.
Ahora bien, el coordinador de la red contra la pobreza, también advierte de un «aumento brutal do discurso de odio, da aporofobia e da criminalización das persoas en pobreza e exclusión social», especialmente contra «poboación inmigrante, poboación xitana, mulleres...». Y considera que «ferramenas de intelixencia artificial están reforzando constantemente este discurso de odio» que Galicia, con la ultraderecha fuera del Parlamento, está a tiempo de abordar.