La influencia de los trópicos ha sido determinante en la cantidad de agua recogida durante la estación
18 dic 2024 . Actualizado a las 11:57 h.La delegación gallega de la Agencia Estatal de Meteorología publicó ayer el informe estacional sobre el otoño. El trimestre ha registrado precipitaciones por encima de la media climatológica en la comunidad. «Ha sido una estación húmeda, con una precipitación media de 504 litros por metro cuadrado, lo que representa el 119 % de la lluvia normal del período 1991-2020», apunta el documento.
A pesar de que noviembre presentó una anomalía seca (por debajo de lo habitual), las lluvias que cayeron tanto en septiembre como en octubre decantaron la balanza del lado húmedo. «El mes de septiembre fue muy lluvioso. En promedio se registró el 170 % de la precipitación normal. Se midieron en 24 horas cantidades del orden de 170 litros por metro cuadrado. El mismo carácter tuvo octubre, el décimo más lluvioso de la serie histórica con un 163 % de la lluvia media del mes y amplias zonas del oeste y el norte de Galicia donde este porcentaje llegó al 200 %», destaca.
Esta estación otoñal ha tenido una particularidad meteorológica que ayuda a entender por qué acabó con más lluvia: la influencia de los trópicos. En el plazo de dos semanas llegaron cuatro borrascas. La primera fue Aitor, nombrada por la Aemet, y que inauguró la temporada de ciclones extratropicales de gran impacto. El frente llegó el día 24 de septiembre cargado de humedad tropical que había absorbido por medio de un río atmosférico y que provocó que en localidades como Fornelos de Montes se recogieran en un solo día 187 litros por metro cuadrado.
Después se presentaron Isaac, Joyce y Kirk, tres huracanes que se convirtieron en borrascas al desviarse hacia el norte. En medio del Atlántico había un camino que conectaba la región tropical con las latitudes medias del hemisferio boreal por el cual ascendieron estos tres ciclones.
El día más lluvioso de octubre en muchas de las estaciones de la red de MeteoGalicia se corresponden con el paso de Kirk. En la localidad coruñesa de Lousame se acumularon 119 litros el día 8, una cifra que ascendería hasta los 699 al terminar el mes.
También cabe recordar que a finales de octubre y en noviembre irrumpió el anticiclón que cambió la dinámica atmosférica por completo. Fue entonces cuando comenzaron a formarse las depresiones aisladas en niveles altos (dana). Mientras los vientos del levante descargaban con mucha intensidad en las comunidades del Mediterráneo, provocando la tragedia de Valencia, en Galicia se imponía la estabilidad.
No hubo sorpresas sobre el apartado de las temperaturas. La Aemet señala en su informe que la estación fue la sexta más cálida desde 1961. Y eso que septiembre fue más frío de lo normal. Sin embargo, un octubre «muy cálido» y un noviembre «extremadamente cálido, con una anomalía de 3,7 grados» según subraya el documento de la agencia meteorológica, ha permitido que la el otoño haya sido más caluroso de lo habitual.
En cuanto a diciembre, al margen de las lluvias intensas previstas para la jornada de este miércoles, continúa la dinámica anticiclónica que apunta a un mes también seco.