Alianzas para fomentar el vínculo entre las empresas y el tercer sector

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El plató de La Voz celebró un foro con motivo del Día de la Solidaridad

21 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 La Asamblea de Naciones Unidas proclamó el 20 de diciembre como Día Internacional de la Solidaridad Humana. Coincidiendo con dicha conmemoración, que persigue sensibilizar a la población y fomentar acciones que favorezcan la diversidad y la inclusión, el plató de la redacción central de La Voz acogió un foro en el que participaron Gabriela González, directora de RSE y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski; Luz María Sanz, directora de la Fundación Vicente Ferrer; Ignacio Labella, presidente de Aspanaes; Xoán España, director general de Amicos; y Marga Garrido, gerente de la Fundación Adcor. Todos ellos incidieron en la necesidad de apostar por la colaboración entre la administración pública y las entidades sociales, así como entre la empresa privada y el tercer sector. Y pusieron sus experiencias como el mejor de los ejemplos.

 En el caso de Vegalsa-Eroski, compañía gallega de distribución alimentaria, su estrategia de RSE destina cada año cerca de cuatro millones de euros a proyectos sociales, medioambientales e inclusivos. En lo relativo a la solidaridad, detalló González, «empezamos con la donación de alimentos a comedores sociales y a asociaciones, pero después han surgido un mundo de oportunidades con otros proyectos. Teníamos claro que debíamos colaborar, así que comenzamos a tejer las relaciones que ahora tenemos porque no era solo una cuestión de donar alimentos, sino que lo interesante era participar de esas iniciativas y que esa solidaridad se tradujese en que esas personas no permanezcan en riesgo de exclusión el resto de su vida. Queremos integrarlas de nuevo en la sociedad y para eso, tiene que haber una inclusión laboral». Su apuesta, la que tratan de implementar en el día a día «pasa por lograr una sociedad diversa e inclusiva para todos, sin dejar a nadie en el camino».

 La relación entre Adcor y Vegalsa se traduce en dos acciones principales. Por un lado, detalló la gerente de la fundación, «fruto de la colaboración con el Eroski del barrio coruñés de Los Rosales, a donde van nuestros chicos a hacer la compra, surgió la celebración de una carrera solidaria». ¿El resultado? «Tuvo su repercusión económica, pero eso fue lo menos importante», aseguró. El mayor impacto, añadió, «fue ver la interacción con los vecinos, mejorar la integración con la comunidad». La otra colaboración, incluida en el proyecto de economía circular de Adcor, aporta una segunda vida a las lonas publicitarias de la compañía.

Por su parte, Aspanaes, entidad que persigue dar más oportunidades a las personas con autismo, contará con Vegalsa en el proyecto, financiado por la Diputación coruñesa, para cambiar su sede. Su relación, todavía en una fase temprana, fue valorada por Labella de forma muy positiva. «Para nosotros es importantísimo que se normalice la situación de las personas con autismo y los proyectos que se pueden generar de forma conjunta supondrán una gran ventaja». Además, el presidente aprovechó una de sus intervenciones para plasmar una petición: «Me gustaría crear un programa de prácticas laborales para mejorar sus oportunidades».

La asociación Amicos lleva años volcado en las personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis y daño cerebral. Su director fue contundente al afirmar que «creo que gracias a empresas como Vegalsa nuestros centros ocupacionales en un futuro no van a existir. Nosotros realizamos cantidad de programas de formación, inserción laboral y prácticas con muchos colectivos y uno de los principales empleadores es Vegalsa». Gracias a esa colaboración, añadió, «además de cuidar a las personas, también cuidamos el planeta como herencia de lo que dejaron nuestros abuelos».

Fuera de Galicia, la Fundación Vicente Ferrer cuenta con diferentes proyectos en los que colabora Vegalsa. Su directora, Luz María Sanz, habló sobre todos ellos. En el caso de uno de sus hospitales de la India, «el que está centrado en los partos, con unos 700 al mes», dan apoyo para mejorar la calidad asistencial. A ese sumó otro impulsado para levantar un centro para niños con discapacidad intelectual y un tercero destinado a atender a hijos de trabajadores de los hornos de Nepal, «donde más de 700.000 niños no están escolarizados».

Cambio en el paradigma: de la obligación legal al compromiso para avanzar juntos

 

 

 

 

 «Es una responsabilidad de todos», resumió la directora de RSE y Comunicación Corporativa de Vegalsa-Eroski. Para la compañía de distribución alimentaria, añadió, «comprometernos, formar parte del cambio, ayudar a crear una sociedad inclusiva y solidaria, nos hace bien y nos identificamos con ello». Sus clientes se involucran de forma directa en las campañas que ponen en marcha y la compañía, por su parte, colabora estrechamente con asociaciones de diversa naturaleza a través de proyectos de todas las índoles.

Los lazos entre ambos se estrecharon de modos diferentes. Para el director general de Amicos, «lo más importante es que las entidades sociales, muchas veces, estábamos solas. Sentíamos que estábamos remando en un barco, en una trainera, en una travesía que no tenía fin». Ahora, continuó, «tener al lado a una persona que te coge un remo y que te dice, yo remo contigo y tiramos. Eso es, quizás, lo principal para las entidades sociales». Primero porque evidencia que ya no están solos y segundo porque las alianzas, «además de la aportación económica», demuestran un compromiso mutuo que ayuda a construir un futuro diferente, «una sociedad en la que los valores son las personas».

En esa línea, Sanz comentó que «esas relaciones te complementan, te ayuda a sumar, sientes que no vas solo y, sobre todo, nos abre a nuevos espacios, a llegar a otras personas y a hacer cosas conjuntas». La directora de la Fundación Vicente Ferrer reconoció que al tercer sector le cuesta avanzar, dar nuevos pasos y «cuando hay empresas que tienen esa sensibilidad conseguimos crecer juntos». Además del acompañamiento, Garrido también mencionó la sensibilización: «Cuando consigues llegar a otras personas, a entidades nuevas, a gente que tiene otra visión, es muy importante. Eso nos da visibilidad, pero sobre todo nos ayuda a sensibilizar, a mejorar y a atender con más calidad a las personas que cuidamos».

Sobre el futuro de sus relaciones, el presidente de Aspanaes recalcó que «yo creo que se pueden crear muchas sinergias con Vegalsa». Y recordó que, tras cumplir 45 años de vida, han sobrevivido «gracias a la administración pública y a la iniciativa privada». Con el apoyo de todos, «sostenemos todo nuestro tejido, las residencias, centros de día y colegios». Hoy en día, la entidad atiende a unos 600 usuarios.