El naturismo llega a cines y museos con pases nudistas en Europa y EE.UU.

Iago Castro-Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

María Pedreda

Carlos Rubio: «Tampoco vamos a ir desnudos por la calle. No queremos generar rechazo, pero sí intentar evitar que lo haya»

27 ene 2025 . Actualizado a las 08:15 h.

La iniciativa del museo belga La Boverie, situado en Lieja, es uno de los últimos eventos organizados en Europa en coordinación con asociaciones naturistas. El día 28 de febrero realizará una visita guiada nudista a la exposición «Los Mundos de Paul Delvaux», con la intención de crear una experiencia insólita en la que los asistentes descubran sus obras «estando ellos mismos en armonía con el tema central de la exposición: la desnudez».

Cada vez son más frecuentes los eventos organizados para nudistas en espacios cerrados, pero de ámbito público. El naturismo es un movimiento que defiende una forma de vida en armonía con la naturaleza, un principio algo abstracto que se traduce, en palabras de la Asociación Naturista de Galicia, en «la práctica del desnudo en común, con la finalidad de favorecer el respeto a uno mismo, a los demás y al medio ambiente».

Las asociaciones de defensa del naturismo aseguran que uno de sus principales objetivos es la normalización del desnudo, como un estado natural del ser humano, que no tenga ningún tipo de connotación de ámbito sexual, publicitario o reivindicativo, además de la eliminación de los tabúes que existen alrededor del nudismo. Carlos Rubio, miembro y secretario de la asociación gallega de naturismo —Naturigal— expresa que no es algo que se haga para llamar la atención, sino por ser «un estado en el que uno se siente más cómodo, más libre». En este sentido, especifica que es una decisión propia y que en ningún momento buscan imponer su idea al resto. Por esta razón, asegura que la existencia de asociaciones como la suya tienen la finalidad solo de tratar de diluir el rechazo hacia su colectivo y organizar a sus miembros para practicar lo que define como «nudismo social», relacionarse con el resto de personas que no entienden el desnudo como un tabú.

Carlos Rubio, naturista: «Tampoco vamos a ir desnudos por la calle. No queremos generar rechazo, pero sí intentar evitar que lo haya»

¿Pero es lo mismo el naturismo que el nudismo? Para Rubio, «el naturismo es más un estilo de vida, en conexión con la naturaleza», y muchas veces relacionado con otros aspectos, como el veganismo o el reciclaje, mientras que el nudismo es tan solo una actividad dentro de ello.

La Federación Española de Naturismo acerca algunas razones por las que creen que es una práctica que debe expandirse. Defiende que promueve la salud mental y la autoestima, ya que opinan que «vestirnos compulsivamente crea inseguridades sobre nuestro cuerpo». Por otro lado, asegura que es mucho más práctico que estar vestido y evita el consumismo derivado de la compra de ropa.

A su vez, afirman que promueve la salud física, ya que, según explican, la ropa limita los propósitos naturales de la piel y la recepción de luz solar, así como facilita la proliferación de hongos, en especial en lo relativo a la ropa de baño. También indican que promueve la salud sexual, al provocar que se deje de identificar la desnudez con el erotismo.

El naturismo en España

En España ya son varios los ejemplos de eventos para personas que practican el nudismo. Otro museo, el de Arqueología de Barcelona, promovió una visita guiada nudista a finales del 2023. Los asistentes pudieron ver la exposición de los Bronces de Riace completamente desnudos. Se trata de una serie fotográfica en la que Luigi Spina representa dos grandes estatuas de guerreros desnudos del siglo V a. C. Otra exposición cuyo tema principal era la desnudez y sobre la cual el guía Edgar Mestre afirmó que se buscaba que «la gente que viniera a verla sintiera exactamente lo mismo que la obra que estaba viendo». Declaraciones con bastantes paralelismos con las emitidas por el museo La Boverie sobre su próximo pase nudista.

A finales del año pasado también tuvieron lugar los primeros pases nudistas a salas de cine en España. Sucedió el 15 de diciembre del 2024, fecha en la que los cines Girona, de Barcelona, y Lys, de Valencia, emitieron la película «Tú no eres yo» para un público naturista, a raíz de que miembros de la Asociación Naturista Valenciana participasen como figurantes en el filme.

Algunos de los asistentes afirmaban que «es una forma de romper un poco los tabúes, que nos marcan que siempre tenemos que ir vestidos» y deseaban que iniciativas como esta se repitan para «promover una percepción positiva hacia el cuerpo humano, visibilizando la normalidad de nuestros cuerpos, que mayoritariamente son no normativos».

Ernesto Romero, regente de una de las salas de cine en activo más antiguas de Galicia, no está seguro de que este tipo de iniciativas en lugares cerrados, pero de ámbito público, sean algo posible. Al menos no cree que vaya a suceder en el Novocine de Leiro en el que comenzó hace más de cuarenta años.

A Romero, después de seis décadas ligado al sector, le preocupa sobre todo la rentabilidad del cierre de salas para el colectivo naturista, por la escasa demanda que podría tener en una población tan reducida como la de Leiro. «Yo comprendo que en una ciudad grande puedan contemplarse distintas formas de ver cine, pero en un pueblo es difícil atraer al público con algo que no sea proyectar buenas películas», declara. Es algo que confirma Carlos Rubio, secretario de Naturigal. Declara que les encantaría hacer este tipo de actividades, pero que en Galicia el colectivo no tiene tanta masa social como puede tener en Barcelona, Madrid o Valencia, ciudades en las que se celebran la mayoría de eventos naturistas.

La mayoría de reuniones entre naturistas en la comunidad son actividades al aire libre, entre las que realizan rutas de senderismo o quedadas en playas nudistas en las que en ocasiones realizan recogidas de basura, o en un spa, al cual asisten cada dos meses para encontrarse con otras personas con su mismo gusto por el nudismo o su ideal naturista.

Xan Gómez, responsable de cine de la sala Numax de Santiago es más tajante al respecto. Por el momento, aunque asegura no tener ningún problema con el colectivo, dice que no es algo que se planteen. «Non nos propuxeron nunca organizalo e tampouco o entendemos coma unha necesidade que mellore a experiencia de visualizar unha película», afirma.

Otra cuestión a tener en cuenta es la legislación detrás de la organización de un evento así. Al respecto, Rubio afirma que detecta bastante desconocimiento al respecto y que entiende que pueda ser un motivo para que los empresarios no aprueben el desarrollo de estas actividades en sus propiedades. Es algo que confirma el regente de Novocine, que no sabe si tendría que solicitar algún permiso para hacer un pase nudista en un lugar como una sala de cine, lo que hace que se muestre indeciso al preguntarle si aceptaría en su cine una sesión naturista.

Es un obstáculo que tuvo Naturigal para organizar sus reuniones en spa. Sin embargo, Carlos Rubio afirma que al ser lugares de propiedad privada no estarían incumpliendo ninguna ley, ni tendría que solicitarse ningún tipo de trámite legal. Algo que es cierto en parte, ya que no hay una norma recogida en la Constitución o en el Código Penal que prohíba el nudismo, siempre y cuando no consista en «actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces», como cita el artículo número 185 de este último, sobre delitos de exhibicionismo y provocación sexual. Por lo cual, no es legal ni ilegal según el ordenamiento jurídico nacional, sino que en realidad no está contemplado. Lo único que regula la posibilidad o no de practicar el nudismo son las ordenanzas municipales que emite cada Ayuntamiento, las cuales Rubio afirma que han sido denunciadas desde las asociaciones naturistas.

Carlos Rubio, secretario de Naturigal: «Otro miedo de los empresarios a la hora de organizar eventos con ellos es que se convierta en algo sexual. Pero hacemos lo que haría cualquier otra persona, aunque sin ropa».

Para los asistentes a las proyecciones en Barcelona y Valencia solo había pactadas tres normas especiales, pero bastante claras. Todos debían llegar vestidos al recinto y desnudarse solo dentro de la sala; usar toallas sobre las butacas; y ser miembro, en caso de estos primeros pases, de asociaciones participantes y a simpatizantes. En este sentido, a Ernesto Romero le inquieta cómo podría controlar que los asistentes cumplieran las normas impuestas por la sala, aunque el secretario de Naturigal exclama que precisamente es a los propios naturistas a los que más les interesa mantener estas medidas de higiene, ya que no les gustaría «sentarse desnudos en lugares de los que desconocen sus condiciones higiénicas». También afirma que desde la asociación controlan que todo el mundo respete al resto de miembros y las reglas pactadas con los propietarios en los eventos que organizan, para generar un ambiente de respeto y no generar rechazo hacia su colectivo.

Algo que inquieta al regente de Novocine es como podría conciliar sesiones nudistas con el acceso del resto del público no naturista. En primer lugar, cómo organizaría estas sesiones entre sus proyecciones habituales y, por otro lado, hasta qué punto podría aceptar o vetar la entrada a una persona no naturista a una de estas sesiones. Además, cree que un posible boicot de personas que estén en contra del naturismo, o que simplemente no lo vean correcto en un lugar así, podría llegar a perjudicar la entrada de público a sus proyecciones.

Desde Naturigal declaran que no creen que sea algo que afecte al desarrollo de actividades no naturistas, aunque sí se mantienen cautelosos a la hora a aceptar a personas que no practicasen el nudismo en sus sesiones privadas. «De momento tendrá que estar separado, por falta de conciencia social. Aceptaríamos que entrase alguien con ropa, pero no nos gustaría que vengan mirones. Si fuese algo natural, no nos importaría», declara Carlos Rubio.

Llegada de iniciativas internacionales a España

Otro ejemplo de la expansión del número de iniciativas naturistas es la llegada a territorio nacional de la Füde Dinner Experience de Charlie Ann Max, un evento culinario en el que la desnudez es un requisito obligatorio. La artista norteamericana comenzó la idea a través de una cuenta de Instagram en la que compartía contenido sobre sus dos pasiones: la cocina vegana y el nudismo. Como a menudo recibía la censura por parte de las redes sociales, relativa a la desnudez, comenzó a organizar veladas nudistas privadas en 2018, que en 2022 se convirtieron en eventos con reserva de plazas para cada vez más personas, desconocidas entre sí.

Las reuniones, en un principio, se organizaron en los Estados Unidos, pero en poco tiempo la experiencia dio el salto a Europa, hasta anunciar su llegada a España, en la ciudad de Barcelona. Para asistir, es necesario enviar un elaborado formulario que los interesados deben completar con sus datos personales y su evaluación personal sobre el naturismo y el evento en concreto. Además, si es «hombre cis» —según su definición, varones que viven con el género que les fue asignado al nacer—, debe ser invitado por una persona que ya haya asistido a una cena anteriormente.

Las actividades nudistas en espacios cerrados de ámbito público son algo nuevo en España y que desde asociaciones naturistas se muestran dispuestos a continuar haciendo. Sin embargo, los dueños de las salas de cine dudan de si seguirán realizándose o tendrán un carácter solo puntual.