Alerta asteroide: la ONU confía en poder descartar el riesgo de impacto con los nuevos cálculos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Ahora mismo existe un 1,5 % de posibilidades de que la roca espacial 2024 YR4 impacte contra la Tierra en el 2032

05 feb 2025 . Actualizado a las 09:39 h.

«Un posible impacto aún no puede descartarse por completo». Si se produce ocurriría el 22 de diciembre del 2032, cuando el asteroide 2024 YR4, de entre 40 y 90 metros de diámetro, podría colisionar con la Tierra. Los últimos cálculos ofrecidos por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), un organismo dependiente de la ONU y coordinado por la NASA, apuntan a que el riesgo de choque es de un 1,5 %, prácticamente insignificante pero suficiente para que se haya activado la red de defensa planetaria.

¿En qué consiste? Básicamente en monitorizar la evolución de la trayectoria de la roca espacial para ajustar los cálculos, algo que se lleva haciendo desde que el asteroide fue identificado por primera vez en diciembre del pasado año.

No habrá, sin embargo, nueva información hasta principios de abril. Será casi la última oportunidad para observar este año al asteroide, ya que se va alejando de la Tierra. Y no será hasta junio del 2028 cuando vuelva a acercarse a las proximidades de nuestro planeta siguiendo su órbita.

En todo caso, tanto la Red Internacional de Alerta de Asteroides como el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), que también depende de la ONU pero que está coordinado por la Agencia Espacial Europa, confían en que las nuevas mediciones permitan descartar cualquier riesgo, como ha ocurrido en anteriores ocasiones.

En esta apreciación coincidió Robert Massey, de la Real Sociedad Astronómica, quien aseguró que «no hay por qué alarmarse, porque lo que ocurre con este tipo de eventos es que históricamente tienden a desaparecer cuando se afinan los cálculos».

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Cualquier objeto que tenga más de 50 metros de ancho y una probabilidad superior al 1 % de impactar contra la Tierra, desencadena una serie de medidas de precaución, que tienen por objeto vigilar de cerca la amenaza, por mínima que sea. Esto sucedió en el 2004, cuando se calculó que un asteroide llamado Apophis tenía un 2,7 % de posibilidades de impactar la Tierra en el 2029. Observaciones posteriores descartaron la colisión.