
La federación de grupos por la salud mental echó a tres colectivos en el 2021
09 mar 2025 . Actualizado a las 17:09 h.La federación que agrupa a las colectivos de familiares y enfermos mentales de Galicia ha sido condenada a readmitir a dos asociaciones que expulsó hace cuatro años. Se trata de las asociaciones Lar, que opera en la comarca de Arousa; y Albores, que trabaja en el sur de la provincia de Lugo. Al mismo tiempo que estas dos, la Federación de Asociacións de Familiares e Enfermos Mentais (Feafes Galicia), expulsó también a Morea, la entidad que se ocupa de toda la provincia de Ourense, pero sus responsables renunciaron a denunciar judicialmente lo sucedido, como sí hicieron las otras dos.
Lar y Albores consiguieron que un juzgado de Santiago les diese la razón en el 2023, pero la directiva de Feafes Galicia presentó un recurso contra aquella primera sentencia. La Audiencia Provincial de A Coruña acaba de resolver ahora ese recurso y confirma la primera sentencia. Esta última resolución sostiene que ninguna de las razones a las que apeló Feafes en las resoluciones de expulsión eran suficientes para tomar una decisión de ese calibre.
Los demandantes afirman que las causas esgrimidas para expulsarlas fueron fabricadas y su expulsión el fruto de una estrategia premeditada del presidente de Feafes, Xosé Ramón Girón, para librarse de tres colectivos que le resultaban incómodos porque eran críticos con su gestión.
La decisión de expulsar de la federación a estas tres asociaciones fue aprobada en una asamblea general de Feafes Galicia que se celebró el 12 de mayo del 2021. La directiva de la federación acusaba a los responsables de estas tres asociaciones de cometer infracciones de los estatutos de Feafes Galicia.
Cada caso tenía sus propias circunstancias. Por ejemplo, en el caso de Lar la federación sostenía, entre otras cosas, que los fondos públicos que esta entidad había recibido en el 2001 para abrir en Vilagarcía una pequeña residencia y un centro ocupacional fueron manejados de forma irregular. En cuanto a Albores, una de las acusaciones que les hacían era que había negado la entrada a nuevos socios. A los dos colectivos les reprochaban además la entrada de profesionales de la salud en sus respectivas directivas, a pesar de que los estatutos de Feafes Galicia les ponen límites para evitar posibles incompatibilidades.
Las dos sentencias echan por tierra los argumentos de Feafes, en unos casos porque no respetó los procedimientos previstos en sus estatutos para actuar en caso de sospechas de este tipo y en otros porque las normas que pretendían aplicar habían sido aprobadas después de que sucediesen las pretendidas infracciones.
La Federación de Asociacións de Familiares e Enfermos Mentais fue fundada en 1995 con el objetivo de agrupar a todos los colectivos locales, comarcales y provinciales que trabajan en Galicia en defensa de las necesidades de las personas con enfermedades mentales y sus familias.
Hasta el 2021 estaba formada por quince asociaciones. Desde la triple expulsión de aquel año quedó reducida a 12, seis de ellas en la provincia de A Coruña, cuatro en Pontevedra y dos en Lugo. La salida forzosa de Morea dejó a la federación sin presencia en la provincia de Ourense
Formar parte o no de una agrupación pone en juego las subvenciones
Delia Guitián es la presidenta de Albores, la asociación con sede en Monforte, que fue expulsada de Feafes Galicia en el 2021 al mismo tiempo que Lar y Morea. En Albores, que gestiona centros ocupacionales y otros servicios en Monforte y Chantada para todo el sur de Lugo, acogen esta nueva sentencia con satisfacción, aunque saben que los responsables de Feafes todavía pueden decidir quemar su último cartucho judicial, el del recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
La presidenta de Albores explica que estar dentro o fuera de la federación no es solo una cuestión formal. Importa también porque hay subvenciones que se piden para dar cobertura a lo que hacen todas las asociaciones que forman Feafes Galicia en conjunto y después hay que repartirlas. «Desde que estamos fóra —denuncia—, a nosa parte non chega a nós». Las tres expulsiones dejaron a Feafes Galicia sin presencia en la mitad sur de Lugo, en la comarca de Arousa y en toda la provincia de Ourense.