El gallego César de la Fuente-Núñez, nombrado Joven Líder Global por el Foro Económico Mundial

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Xavi Jurio

Reconoce sus «contribuciones innovadoras en el descubrimiento de antibióticos» mediante inteligencia artificial, lo que ha permitido identificar en horas potenciales candidatos cuando antes se necesitaban años

15 abr 2025 . Actualizado a las 13:55 h.

César de la Fuente Núñez (A Coruña, 1986) no es ni político, ni empresario ni economista. Pero es muy probable que en los próximos años acuda como líder mundial a foros internacionales como el de Davos. De la ciencia y la tecnología en este caso. Así acaba de ser reconocido por el Foro Económico Mundial, que ha distinguido al catedrático de la Universidad de Pensilvania y jefe del equipo de investigación Machine Biology Group como Joven Líder Global (YGL) del 2025. Se premian así sus «contribuciones innovadoras en el descubrimiento de antibióticos y su contribución para salvaguardar la salud mundial».

Su trabajo ha permitido identificar más de un millón de compuestos antimicrobianos utilizando herramientas de inteligencia artificial de aprendizaje profundo, lo que ha acelerado el descubrimiento de potenciales antibióticos para pasar de un trabajo de años al de apenas unas horas. Una investigación necesaria y fundamental en un momento en el que la resistencia de las superbacterias a los antibióticos constituye uno de los mayores y más urgentes desafíos para la salud global.

 La investigación de César de la Fuente se sitúa en la intersección entre la inteligencia artificial y la biología, una convergencia con con la que precisamente se ha abierto una nueva era en el descubrimiento de antibióticos.

«Es un gran honor ser nombrado Joven Líder Global», confiesa César de la Fuente Núñez. «Iremos a conferencias internacionales como la de Davos para intentar mejorar el mundo a través de nuestro conocimiento y el de nuestros equipos. Y lo que intentaré es usar la inteligencia artificial para hacer algo bueno, para mejorar la ciencia y para mejorar la humanidad», destaca el biotecnólogo gallego, que en el 2019 ya había sido designado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) como uno de los diez mejores innovadores del mundo menores de 35 años en ciencias de la vida y de la salud y que en el 2020 fue elegido «mejor investigador joven de Estados Unidos» por la American Chemical Society. 

De la Fuente ha recibido más de 80 premios nacionales e internacionales, entre ellos el Princesa de Girona o el Fleming Prize de la Microbiology Society de Londres, que recogió hace tan solo unos días. El que también es uno de los miembros más jóvenes del Instituto Americano de Ingeniería Médica y Biológica (AIMBE)  pretende poner sobre la mesa en los foros internacionales en los que se requiera su presencia uno de los problemas de salud pública que más le preocupa: la resistencia de las bacterias a los antibióticos, que ya causa 1,7 millones de muertes anuales en el mundo. «Es un problema de salud global al que intentaré dar visibilidad», asegura, al tiempo que ha agradecido a su equipo y a su familia «por su apoyo en nuestra misión compartida de mejorar vidas a través de la ciencia».

Con este nombramiento, el Foro Económico Mundial destaca la visión, el impacto y el potencial del investigador gallego. Reservada para individuos menores de 40 años que demuestran un liderazgo excepcional en diversos campos, la designación YGL lo conecta con una red global de más de 1.400 líderes de 120 nacionalidades.

Durante los próximos tres años De la Fuente-Núñez tendrá acceso a formación y capacitación de liderazgo de primer nivel, programas de mentoría y oportunidades de colaboración con la comunidad internacional de jóvenes líderes globales.

El científico gallego fue pionero en el desarrollo del primer antibiótico diseñado por ordenador con eficacia en modelos animales, demostrando la aplicación de la inteligencia artificial para el descubrimiento de antibióticos. También ha sido pionero, utilizando estos mismos métodos, en la recuperación de moléculas con potencial antimicrobiano de especies humanas extintas, como los neandertales y denisovanos, y de animales como el mamut.