El papa critica las «economías actuales de algoritmos e intereses implacables» y delega el viacrucis en el cardenal Baldo Reina

La Voz REDACCIÓN

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Vía Crucis frente al Coliseo, en una imagen de archivo
Vía Crucis frente al Coliseo, en una imagen de archivo Vatican Media / Europa Press

Francisco ha expresado su deseo de estar presente en la bendición Urbi et Orbi al final de la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro, aunque dependerá de su salud

19 abr 2025 . Actualizado a las 16:54 h.

El corazón de Roma se iluminó este viernes con motivo de la celebración del viacrucis. Unos 20.000 fieles, según el Vaticano, se reunieron en torno al Coliseo de la capital italiana desde las 19.30 horas para celebrar los ritos habituales con motivo del Viernes Santo. Aún convaleciente, el papa Francisco no pudo asistir, pero fue quien preparó las meditaciones que guiaron la ceremonia. En su lugar, fue el Vicario General para la Diócesis de Roma, el Cardenal Baldassare Reina, quien la presidió.

Ya había anochecido cuando comenzó la ceremonia, pero miles de velas iluminaron el entorno del anfiteatro romano. «La vía del Calvario pasa por nuestras calles de todos los días», así comenzaron las reflexiones escritas por el pontífice. Bajo el murmullo de las oraciones, la cruz se transportó a través de las 14 estaciones del camino de Jesucristo al Calvario, en las que se realizaron distintas meditaciones en conmemoración de la pasión de Cristo.

El papa Francisco confrontó la «economía de Dios, que no descarta ni aplasta», con las «economías actuales de algoritmos e intereses implacables». El papa reflexionó sobre una economía «deshumana, en la que noventa y nueve valen más que uno». «Hemos construido un mundo que funciona de ese modo; un mundo de cálculos y algoritmos, de frías lógicas e intereses implacables», escribió el pontífice.

Frente a ello, Francisco habla de la «economía de Dios que no mata, no descarta, no aplasta; es humilde, fiel a la tierra». «Tu camino, Jesús, es el camino de las Bienaventuranzas: no destruye, sino que cultiva, repara, protege», continúa el papa en sus reflexiones.

En la introducción a las 14 Estaciones del viacrucis, Francisco escribe que en los pasos de Jesús camino del Gólgota «está el éxodo hacia una nueva tierra», porque Cristo «vino a cambiar el mundo», y por eso se debe «cambiar de dirección, ver la bondad de sus pasos».

Y, en los distintos personajes del viacrucis, Francisco ha identificado experiencias «que todo hombre puede vivir». «Como la de Simón de Cirene que al volver del campo se detiene para ayudar a Jesús a llevar la cruz». Y, ha añadido «en la realidad de hoy necesitamos a alguien que a veces nos detenga, y ponga sobre nuestros hombros algún trozo de realidad que simplemente hay cargar». Para Francisco, «si se trabaja sin Dios uno se dispersa».

Según ha informado Efe, el pontífice estaría planteándose estar presente durante la bendición Urbi et Orbi al final de la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro. Sin embargo, esto dependerá de su estado de salud. Su asistencia aparece en el libro de la ceremonia del Domingo de Resurrección y de la posterior bendición desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro, donde ya está todo preparado. Desde la oficina de prensa de la Santa Sede han confirmado que el papa quiere saludar a los fieles, pero que prefieren optar por la prudencia.