El Gobierno quiere prohibir fumar y vapear en las fiestas al aire libre

SOCIEDAD

MARCOS CREO

El borrador de la ley, ya listo, contempla también como espacios sin humo las terrazas, los campus universitarios y los vehículos con fines laborales

29 may 2025 . Actualizado a las 16:56 h.

Hace ya 14 años que los cigarrillos desaparecieron del interior de los bares, los restaurantes y los locales de ocio nocturno. Por ley, tampoco se puede fumar en las puertas de los hospitales ni en las zonas infantiles de los parques y en algunas comunidades el tabaco ha sido además desterrado de buena parte de las playas —en Galicia, de casi un tercio—. España registró el año pasado su menor nivel de consumo en los últimos 30 años, pero nunca es lo suficientemente bajo cuando se habla de un hábito que mata a más de ocho millones de personas en el mundo cada año. El Gobierno lo tiene claro: la lucha contra esta lacra pasa, principalmente, por seguir aumentando los espacios sin humo. De esta forma, argumenta, no solo se protege a la población —a la que fuma y a la que no, y respira el aire tóxico de la que sí— sino que además se desnormaliza una costumbre nociva en entornos colectivos. El borrador de la reforma de la Ley del Tabaco, que ya está listo, contempla así prohibir tanto fumar como vapear en terrazas de hostelería, campus universitarios, instalaciones deportivas —como, por ejemplo, piscinas públicas—, marquesinas de autobuses y paradas de taxis, «vehículos con fines laborales» y zonas exteriores de ocio, es decir, fiestas al aire libre.

¿Esto supone que si un transportista viaja solo en un camión no va a poder encenderse un cigarro? ¿No se podrá fumar en verbenas ni en romerías? Si un cliente está sentado en una terraza, sin nadie en tres metros a la redonda, ¿no podrá dar un par un par de caladas? ¿Será ilegal vapear en un festival al aire libre? ¿No tendrá opción un estudiante de apurar un pitillo si está dando un paseo, él solo, por los alrededores de su facultad? Desde el Ministerio de Sanidad remiten ante las dudas a la letra pequeña del nuevo texto legal, que la ministra Mónica García espera que «pueda ver pronto la luz», y a las concreciones que se acordarán durante su tramitación parlamentaria.

El proyecto de Sanidad contempla la equiparación normativa del uso de cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado al tabaco convencional en cuanto a restricciones de uso en espacios públicos se refiere. Esto es: si no se puede fumar un cigarro en un chiringuito tampoco se podrá vapear. ¿Cuándo? No hay plazos fijados.

El Real Decreto que desarrolla esta regulación ya ha sido remitido al marco europeo para su evaluación y alegaciones. «Cada espacio ganado al humo del tabaco es un espacio ganado a la salud y a la vida», declaró este jueves la ministra. Y añadió: «Es la hora de ser ambiciosos en la lucha contra el tabaquismo, una de las principales amenazas para la salud pública que causa el 30 % de los cánceres».

Amplio respaldo

Según Mónica García, la prohibición de fumar en terrazas es una medida «que está avalada por la evidencia científica y por una amplia mayoría de la ciudadanía, incluidos muchos fumadores». Previsible era también el respaldo a esta iniciativa de las organizaciones contra el tabaquismo, que inciden en un aspecto clave: la alarmante capacidad del humo de matar a personas que nunca han fumado. En la hostería, además, esta medida protegerá a los trabajadores que en su horario laboral «se ven obligados a estar respirando una sustancia tóxica», apunta la farmacéutica gallega Noa Rey, secretaria del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).

La reforma legal se integra en una ambiciosa estrategia nacional que, en línea con otros Estados miembros de la Unión Europea, también incluye la financiación de tratamientos para dejar de fumar desde el Sistema Nacional de Salud y el incremento de la fiscalidad sobre productos relacionados con el tabaco.