La escasez del opio afgano abre la puerta a opioides 500 veces más potentes que la heroína

La Voz VIENA / EFE

SOCIEDAD

Plantación de opio en Afganistán, en una imagen de archivo
Plantación de opio en Afganistán, en una imagen de archivo Cordon Press

Tras el fentanilo, causante de la muerte de decenas de miles de muertos en EE.UU., llegaría una nueva variedad denominada nitazenos, cuyo consumo se está expandiendo

26 jun 2025 . Actualizado a las 12:22 h.

El desplome de la producción de opio en Afganistán tras la prohibición impuesta por los talibanes en el 2022 despierta en la ONU el temor de que los consumidores de heroína recurran a nuevos opioides sintéticos, que son hasta 500 veces más potentes y altamente letales.

Según el Informe Mundial sobre Drogas 2025 presentado este jueves en Viena, «aunque el cultivo ilícito de adormidera en Afganistán aumentó ligeramente entre el 2023 y el 2024, fue un 94 % inferior al del 2022, y la producción de opio se sitúa un 93 % por debajo del nivel previo a la prohibición, con 433 toneladas».

Esta caída del cultivo y la producción ha disparado el precio del opio afgano hasta cerca de 750 dólares por kilo, diez veces más que antes de la prohibición, lo que ha llevado a la venta de reservas acumuladas.

El informe señala que, pese a que estas reservas acumuladas, estimadas en más de 13.000 toneladas, han amortiguado de momento el impacto en los mercados globales, ya se registran señales de escasez. «El valor total de las reservas, calculado con precios del 2023, podría haber estado entre 4.600 y 5.900 millones de dólares, lo que representaba casi una cuarta parte del PIB del país en el 2023 y podría haber mitigado una crisis económica inmediata», señala el informe.

Entre las señales de escasez de opio, el estudio apunta que en países vecinos a Afganistán el precio de la heroína se ha triplicado. 

La escasez de opio y los altos precios de la heroína despiertan la «gran preocupación» en la ONU de que los consumidores recurran a opioides sintéticos más baratos y potentes. Además del fentanilo, conocido por causar decenas de miles de muertos en EE.UU. cada año por sobredosis, se suma una nueva variedad de opioides sintéticos denominados nitazenos, que son muy peligrosos y cuyo consumo se está expandiendo.

Mientras que el fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, algunos tipos de nitazenos, como el etonitazeno, pueden llegar a ser hasta 500 veces más potente que la heroína. La enorme potencia de estas sustancias aumenta su letalidad por sobredosis.

«La aparición esporádica de potentes opioides sintéticos en algunos mercados tradicionales de heroína en Europa ha generado preocupación por una posible transición» hacia esas sustancias, apunta el documento.

En el 2023, veinte variantes de nitazenos fueron notificadas a la ONU por 28 países, doce de las cuales ya han sido sometidas a control internacional. El informe documenta 458 muertes por nitazenos en el Reino Unido entre junio del 2023 y enero del 2025, además de decenas más en países como Irlanda, Estonia y Letonia.

También se han detectado brotes de intoxicaciones por nitazenos vendidos como heroína en Francia e Irlanda. En Estados Unidos, se identificaron al menos 320 fallecimientos relacionados con estas sustancias en el 2023.

La ONU advierte de que esta transformación del mercado de opiáceos, de cultivos naturales hacia compuestos sintéticos, plantea nuevos retos para la salud pública y el control del narcotráfico. Además del riesgo sanitario, el informe alerta de que la creciente rentabilidad del comercio de opioides sintéticos está incentivando a las redes criminales internacionales a expandir sus actividades.