La «chapuza» al intentar borrar el nuevo mural de Banksy en Londres: «Han creado un nuevo icono»
SOCIEDAD

El intento de hacer desaparecer el nuevo grafiti ha dejado una silueta que muchos consideran un mensaje todavía más potente
12 sep 2025 . Actualizado a las 17:36 h.La justicia británica ya tiene su veredicto sobre el mural de Bansky más reciente: el grafiti que el artista británico estampó con nocturnidad en una de las paredes externas de los Reales Tribunales de Justicia debe desaparecer.
A diferencia de otras obras artísticas del misterioso grafitero, en este caso no será arrancada con cuidado para exponerla en una galería o para venderla en una subasta, ni tampoco ha sido robada, como ha sucedido en ocasiones anteriores. La orden expresa de los administradores del tribunal es que el mural desaparezca por completo. Se justifican en la antigüedad y valor artístico e histórico del edificio de estilo gótico victoriano, ya que consideran que tiene que mantener su carácter original.
Las primeras actuaciones ya han comenzado. Trabajadores especializados de limpieza ya han dado los primeros pasos para que desaparezca de esa pared. Y, aunque algo han conseguido tras un trabajo intenso y concienzudo, ya que han logrado eliminar los detalles del dibujo, la silueta del juez agrediendo a un manifestante indefenso permanece ahí, como una sombra que parece dar todavía un mensaje más ominoso sobre la actuación reciente de la justicia británica.

«El intento de borrado [...] ha creado una especie de huella que es una imagen mucho más potente aún», ha dicho el historiador del arte y educador Cipriano García Hidalgo.
También el divulgador gallego Miguel Ángel Cajigal, conocido como El Barroquista, se ha referido a la supuesta actuación de limpieza como una «chapuza», y ha rebatido la justificación otorgada por parte de los administradores del edificio sobre el supuesto carácter histórico del lugar.
El especialista en historia del arte indica que, como maestro de la cultura visual que es Bansky, se cuidó mucho de hacer su mural en la parte antigua del edificio calificado con el grado I, como monumento de mayor valor. Lo hizo, en cambio, en una puerta lateral de la calle Carey, sobre un muro moderno que no forma como tal parte del monumento.
«Esquiva el daño patrimonial (no es un edificio de especial valor el afectado) pero garantiza la imagen icónica, con el monumento neogótico, en el plano que buscará la prensa», expresa El Barroquista sobre el muro concreto vandalizado, que no tiene ninguna relevancia histórica ni artística. Y, además, justo debajo de la cámara de vigilancia.
También se ha referido a la supuesta «chapuza» del método elegido, ya que se ha utilizado un cepillo de púas metálicas y un disolvente que, desde su punto de vista, «hace más daño al muro que al grafiti».
Añadido a todo eso está el resultado final, ya que, con esa sombra que queda todavía sobre la piedra, «han creado un nuevo icono», que ahora solo se puede quitar utilizando otros materiales que extraigan la tinta o bien un láser.