Nueva York demanda a las redes sociales por alimentar la adicción de los menores

b. p. l. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

JOSÉ PARDO

Las acusa de «explotar la psicología y la neurofisiología de los jóvenes» para lucrarse

14 oct 2025 . Actualizado a las 10:24 h.

La ciudad de Nueva York ha presentado una demanda en la cual se acusa a plataformas como Facebook, Instagram, Google, Snapchat, TikTok y YouTube de estar alimentando una crisis de adicción entre niños y adolescentes. La acusación señala a las compañías propietarias de estos servicios por negligencia y por estar causando un perjuicio público de consecuencias todavía impredecibles.

La denuncia de Nueva York, presentada también por las escuelas y sistemas de salud, no es la única que tienen sobre la mesa algunas de las grandes tecnológicas, pero sí una de las más masivas por su número de demandantes, unos 8,4 millones de ciudadanos de esta gran metrópolis, de los cuales unos 1,8 millones tienen menos de 18 años.

El texto de la demanda, que consta de 327 páginas, es contundente a la hora de evaluar la forma de actuar de las compañías que manejan las redes sociales. Asegura que han planteado estas plataformas para «explotar la psicología y la neurofisiología de los jóvenes» e incentivar un uso compulsivo. Las cifras que aportan hablan de que el 77,3 % de los estudiantes neoyorquinos de secundaria (un 82 % en el caso de las chicas) pasan tres o más horas al día frente a las pantallas, del móvil al televisor, lo que deriva en una pérdida de horas de sueño, absentismo escolar y deterioro de la salud mental.

En el caso de la ciudad de Nueva York, una de las consecuencias más aparatosas del impacto de las redes sociales en los más jóvenes es una peligrosa tendencia convertida en reto denominada «subway surfing» (surf en el metro). Al menos 16 menores, incluidas dos niñas de 12 y 13 años, han muerto desde el año 2023 a consecuencia de esta peligrosa práctica, que consiste en encaramarse a trenes en marcha, caminar sobre los vagones y, por supuesto, grabarlo para compartir los vídeos en las redes.

La ciudad de Nueva York subraya la responsabilidad de las compañías «por los daños que su conducta ha infligido» y por los costes económicos que acarrea combatir las consecuencias.

Nueva York no está sola a la hora de pedir explicaciones a las tecnológicas. Se une a otros gobiernos, distritos escolares e individuos en un litigio a nivel nacional en el juzgado federal de Oakland, California. A medida que crece a nivel mundial la preocupación por la adictiva conducta de niños y adolescentes hacia las redes sociales aumentan también las medidas de presión para intentar contrarrestarlas.

Los argumentos planteados ahora por la ciudad de Nueva York son similares a los que los mayores consejos escolares de Canadá utilizaron en otra demanda, presentada en marzo del 2024, contra TikTok, Facebook, Instagram y Snapchat por valor de 4.500 millones de dólares canadienses (3.069 millones de euros). Acusan a las cuatro redes sociales de diseñar sus aplicaciones para potenciar su carácter adictivo dirigido a los menores y de priorizar el beneficio económico sobre la salud mental y el bienestar de los estudiantes.

Por motivos como estos, el Gobierno de Australia aprobó, hace casi un año, una ley pionera en el mundo que veta el uso de estas plataformas a los menores de 16 años bajo la amenaza de recibir sanciones millonarias (de hasta 30 millones de euros) si les permite el acceso. La medida, que entrará en vigor el próximo 10 de diciembre y Google advirtió ayer al Parlamento australiano de que será «extremadamente difícil de aplicar» y no logrará el objetivo de proteger mejor a los niños en internet. Una responsable de YouTube (que depende Google) aseguró que la plataforma de reproducción de vídeos ya cuenta con la clasificación de contenidos por edades y herramientas de control parental que dejarán de funcionar si se aplican las restricciones planteadas.