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El tinto que resiste en la tierra del blanco

Bea Costa
bea costa REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

MONICA IRAGO

Se cultiva desde hace un siglo, lo cuidan cientos de cosecheros y lleva 50 años celebrando su fiesta. Es el Tinto de Barrantes, que continúa en la batalla para legalizar su comercialización

01 jun 2023 . Actualizado a las 09:19 h.

Para limpiar una mancha de vino tinto en la ropa nada mejor que aplicarle un poco de vino blanco. En la finca, la uva blanca albariña también ha borrado del mapa, o casi, a la de variedad Folla Redonda con la que se elabora el Tinto de Barrantes. El caldo que se sirve en taza y más mancha surtió durante décadas el chiquiteo en los bares y las comidas en casa, cuando aun se estilaba lo de coger la jarra y acudir al barril que se guardaba en el alpendre. Este ritual aún se puede ver en el rural, aunque a cuentagotas.

La producción del Tinto de Barrantes —la denominación la toma de una parroquia de Ribadumia donde tiene especial arraigo— va a menos porque no es negocio y porque es ilegal. Resulta más rentable cultivar albariño y eso ha convertido a O Salnés en la zona de producción más importante de la Denominación de Orixe Rías Baixas con más de 3.500 hectáreas plantadas. Pese a todo, el tinto resiste y lucha por permanecer. A un euro el litro, tiene su mercado. Sigue habiendo quien lo pide en el churrasco y en los furanchos y hosteleros dispuestos a venderlo pese a que su comercialización carece de amparo legal dada la condición de híbrido de la variedad con la que se elabora: Folla Redonda.

El Concello de Ribadumia lleva años reclamando que se inicie el proceso para su legalización, pero no lo tiene fácil teniendo en cuenta las pautas que marca Europa en este terreno. Siguen intentándolo, ahora mediante el análisis del ADN de esta variedad de uva, con el fin demostrar que entre sus antepasados está una Vitis vinífera, es decir, una variedad de uva autóctona de Europa. El problema de la Folla Redonda es que es un híbrido, creado a finales del siglo XIX con el fin de combatir la filoxera mediante el cruce de variedades de uva americanas —que resistían la enfermedad— con las autóctonas europeas. Una vez erradicada la plaga, se promocionó el arranque de estas cepas aduciendo que producían vinos de escasa calidad, pero a Barrantes llegó para quedarse. Tanto que hace cincuenta años que el tinto tiene fiesta propia, aunque hubo que acabar incorporándole la coletilla de fiesta «de exaltación das variedades autóctonas» para darle una marchamo de legalidad.

Todo empezó con un concurso al que hoy, en 2023, se han presentado 115 vinos, mientras que en la categoría de variedades autóctonas (caíño, mencía y espadeiro) solo lo han hecho 31. Sus hacedores son un centenar de cosecheros procedentes de Ribadumia y concellos limítrofes (Cambados, Vilanova, Meaño y Meis) que difícilmente tendrán relevo generacional. El cultivo y elaboración del Tinto de Barrantes al modo tradicional ha pasado de padres a hijos, y parece que los nietos del siglo XXI no están por la labor.

Dicen los veteranos que con ellos se acaba el Tinto de Barrantes a no ser que se establezca una estrategia que ampare su comercialización. Mientras tanto, van tirando del carro. A falta de estadísticas oficiales, en el sector calculan que son unos 800 viticultores que recogen alrededor de 3 millones de kilos de uva en cada cosecha. La última fue abundante de modo que los puestos de la fiesta estarán bien surtidos a la hora de servir la taza a 1,50 euros y la botella, a 6 euros.

Empieza la fiesta: el Combo y Panorama sobre el escenario, carpa de degustación y pregón de Zahera

El vino tinto es sinónimo de fiesta en Barrantes (Ribadumia). La verbena con el Combo Dominicano arranca esta noche un amplio programa de actividades que se prolongará hasta el domingo. Mañana viernes a la una de la tarde se procederá a la apertura de los puestos del vino en la carpa instalada en la calle Bouza Martín, donde por la tarde comenzarán los Cantos de Furancho con Os Firrás. Después (21 horas) tendrá lugar el concierto de Treixadura seguido de la verbena con Tango y La Fórmula. El sábado se celebrará el día grande con la recepción y desfile de autoridades, la cata final, el acto de investidura de los nuevos valedores del Tinto de O Salnés, el pregón a cargo del actor Luis Zahera y el «xantar de confraternidade» que espera reunir a más de 800 personas en el pabellón.

Por la tarde se celebrará una fiesta de la espuma para los niños, un concierto de grupos locales con un tribuno a Sabina, la actuación de Cantareiras Madialeva y la verbena con América y Gran Parada. El domingo por la mañana se celebrará la Andaina Solidaria do Concello de Ribadumia, un showcooking y la música la pondrán Añoranza, M80 y la orquesta Panorama. El colofón será a medianoche con una tirada de fuegos artificiales.