Javier Mariscal reinventa la imagen del Albariño Abadía de San Campio de Terras Gauda

AGRICULTURA

«Es un vino que sabe a Galicia, al Miño, a esa frontera donde la tierra se funde con Portugal. Un vino que refresca y te recuerda que la vida es maravillosa», explica el diseñador.
10 mar 2025 . Actualizado a las 13:38 h.Bodegas Terras Gauda da un giro audaz a la imagen de su Albariño Abadía de San Campio con una etiqueta diseñada por el icónico Javier Mariscal. Un diseño que destila frescura, identidad y el inconfundible sello del artista, plasmando en cada trazo la esencia de este vino gallego de prestigio internacional.
El cambio estético responde a la voluntad de la bodega de reforzar la presencia de su marca y destacar la singularidad del Albariño, variedad emblema de las Rías Baixas. Más que un simple rediseño, la nueva imagen busca conectar con el consumidor a través de una estética vibrante y evocadora, pensada para brillar tanto en el mercado nacional como en los más de 60 países donde se exporta. Terras Gauda y Mariscal comparten un mismo principio: la búsqueda de la autenticidad. No es la primera vez que sus caminos se cruzan; el vínculo entre la bodega y el artista se remonta a 2003, cuando participó como jurado en la Bienal Internacional de Cartelismo Terras Gauda-Concurso Francisco Mantecón. En 2022 volvió a formar parte del jurado y, además, dejó su huella en la bodega con un original mapa de Galicia para las visitas de enoturismo.
Mariscal describe su creación como una etiqueta que expresa la esencia del Albariño a través de una tipografía clásica con serigrafía dibujada a mano en azul atlántico, con trazos dorados que juegan sobre las letras, rompiendo la rigidez con espontaneidad y alegría. «Es un vino que sabe a Galicia, al Miño, a esa frontera donde la tierra se funde con Portugal. Un vino que refresca y te recuerda que la vida es maravillosa», explica el diseñador.
Un Albariño con historia y personalidad propia
Abadía de San Campio es el único monovarietal de Bodegas Terras Gauda. Su esencia nace en viñedos situados en zonas de mayor altitud, donde las condiciones climáticas favorecen una maduración lenta y equilibrada, resaltando su frescura y acidez natural. Como resultado, este Albariño presenta una intensidad aromática excepcional y una suavidad inconfundible en boca. Su equilibrio gustativo y su cremosidad lo convierten en un vino chispeante y goloso, con una retronasal marcada por notas cítricas y frutas blancas. Un final persistente y largo que invita a brindar.
Con esta nueva imagen, Abadía de San Campio reafirma su personalidad y su vocación de vino prémium. Una fusión de arte y enología que rinde homenaje a la creatividad, la tierra y la autenticidad.