
Sirvieron de cortafuegos naturales, pero han sufrido con el fuerte calor
21 ago 2025 . Actualizado a las 15:42 h.Una bodega de Valdeorras empieza hoy la vendimia, arrancando la recogida en la provincia de Ourense. Es la Adega Valdesil, en su finca de Portela, en Vilamartín de Valdeorras. Lo hará rodeada de un paisaje negro. Está en el epicentro del incendio más grande de la historia de Galicia, iniciado en Larouco. El presidente del consejo regulador, Marcos Prada, todavía no se atreve a calcular las pérdidas de esta campaña: «Aínda non temos datos, a xente está exhausta do que viviu estes días, están procesando todo isto».
Como él, comparten la precaución los responsables de los consejos reguladores de O Ribero y de Ribeira Sacra. Con mayor o menor afección, saben que la oleada de incendios se ha llevado por delante el trabajo de todo un año. No solo por las viñas quemadas, sino por las altas temperaturas que soportan las uvas desde hace semanas. Todos los viticultores imploran para que llueva. «Hai un estrés hídrico moi importante, leva moito tempo sen chover e iso consome algunhas variedades e seca as follas», explica la presidenta del consejo regulador de O Ribeiro, Concha Iglesias. En esa denominación esperan poder visitar las viñas a partir de la próxima semana para calcular los daños, ya que en la zona todavía se trabaja en extinguir el incendio de Carballeda de Avia.
Los viñedos hicieron de grandes cortafuegos por toda la provincia. Suelen arder solamente las cepas del perímetro, y las siguientes más al interior pueden quedar afectadas por las altas temperaturas. Si es una finca grande, en el centro pueden salvarse, pero, si son pequeñas, pueden acabar arrasadas por completo. Las condiciones extremas de los incendios vividos estos días se llevaron por delante explotaciones enteras, como cuentan algunos viticultores de Monterrei. En esta denominación de origen, el consejo regulador todavía no se pronunció acerca de su situación. Fue, junto con Valdeorras, la zona más afectada. «Gustaríanos contar novas máis agradables, pero agora só queremos que todo isto termine», publicaron en redes sociales. Estiman que la vendimia podría empezar en unos 15 días, aunque la falta de agua ya la había retrasado.
Las bodegas de Valdeorras todavía no cuantificaron las pérdidas y desde el consejo regulador no saben si las zonas salvadas sí sufrieron daños por las altas temperaturas. El presidente del consejo adelanta que, además de asumir los daños inmediatos, es complejo recuperar las tierras que ardieron, ya que hay que estudiar si se pueden replantar. En la Ribeira Sacra ya empezó la vendimia en algunas bodegas de Quiroga, en Lugo, precisamente en el concello afectado por los incendios. El presidente del consejo, Antonio Lombardía, asegura que por el momento solo hubo pérdidas en una bodega.