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La Ascensión

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

FERIAS

12 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Sabido es que en Compostela, en Galicia, con muy poquito montamos una fiesta y no hay barrio de ciudad o aldea de concello rural, que no se jacte de organizar la propia, por humilde o pomposa que sea, rivalizando con el de al lado a ver quién tiene la verbena más gorda. En unas y otras, el primer ingrediente organizativo es la tradición, si acaso salpicada de algún toque innovador. No vaya a ser que el público de siempre tuerza el gesto. Así es también, en gran medida, la fiesta picheleira, la Ascensión, que en su estructura ha cambiado poco en décadas y sigue atrayendo multitudes a sus citas más clásicas, desde el baile de los cabezudos hasta el pulpo de Santa Susana, desde la feria ganadera con reinado equino hasta las exhibiciones de baile tradicional o la tómbola y atracciones más recientes —aunque ya no tanto— como el saltamontes o la noria. Solo circunstancias de fuerza mayor, la evolución irrefrenable de las biologías humana y urbana, inducen cambios. Nadie debería echar de menos el ganado en la Alameda, una de las estampas de antaño antes de la mudanza a Salgueiriños y después a Amio; y a pocos extrañará que el puesto decadente de los vinos de Aragón haya sido sustituido por otro de algodón de azúcar. Los grandes conciertos verbeneros en el Obradoiro son la quintaesencia de la tradición festeira renovada: espectáculos de sesión nocturna con parafernalia de grupo estrella de la escena rock internacional para apasionar a multitudes, empezando por los más jóvenes. Véase el público que gozó con la Panorama. ¿Cómo no van a ser cabeza de cartel? Éxito garantizado, y hasta 20.000 personas meterían en el Obradoiro si les dejaran. Con la tradición musical renovada de Fillas de Cassandra, Boyanka Kostova y otros que abarrotan A Quintana, la propuesta musical se da por completa, y sin dispendios económicos, que para eso son conciertos de entrada gratuita. No estaría de más, para otra Ascensión, valorar si el público estaría dispuesto a pagar un precio módico por un concierto de primer rango nacional o más allá. Es una opción políticamente más asumible y agradecida que la de llevarse las atracciones de Santa Susana a otro emplazamiento urbano menos sensible, como vuelve a estudiar ahora el Concello. Rigores de la tradición.