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Las sociedades forestales quieren gestionar monte de dueño desconocido

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

FORESTAL

Monte de la parroquia de A Órrea (Riotorto), donde hay propietarios integrados en la Sofor Monte de Candedo.
Monte de la parroquia de A Órrea (Riotorto), donde hay propietarios integrados en la Sofor Monte de Candedo. PALACIOS

Las fincas en situación de abandono podrían pasar al Banco de Terras

02 ago 2023 . Actualizado a las 20:23 h.

El monte, para quien lo quiere trabajar. Esa es la idea que hay en el fondo de la propuesta anunciada este lunes por la Xunta, dispuesta a apoyar que el terreno cuyo dueño se desconoce o que está en situación de abandono pueda ser gestionado por una sociedad forestal (sofor). El punto de partida consistirá en que se tramitará el proceso de declaración de parcelas en situación de abandono o infrautilización y con un nivel de gestión inferior al de las otras fincas de una sofor.

La idea fue trasladada a la Consellería do Medio Rural, en días pasados, por miembros de la Asociación de Sociedades de Fomento Forestal de Galicia, que agrupa a unas 20 entidades de toda Galicia. Según lo abordado en esa reunión, una idea con la que se trabajará es que ese terreno en abandono o sin dueño conocido podrá ser gestionado por una sofor, sin perjuicio de que se le entregue al dueño si este aparece. Otra línea de trabajo avanzada por la Xunta este lunes es que ese terreno entre en el Banco de Terras y así pueda ser gestionado por particulares que necesiten fincas.

La cuestión del abandono de parcelas genera en alguna sofor situaciones como que algún beneficio derivado de la venta de madera no se entrega porque no se conoce de quién es una finca o dónde está el dueño. Que al terreno hoy improductivo se le acabe dando un uso fue bien recibido por Carlos Veiga, presidente de la Sofor Monte de Candedo, que agrupa a unos cien propietarios de Meira y de Riotorto. «Iso é fundamental», afirmó. Esa idea ya fue analizada en una reunión que miembros de sociedades de gestión forestal celebraron en Meira el pasado otoño y que supuso en la práctica el inicio de las actividades de la asociación.

La situación de la propiedad también encierra matices, como expuso ayer Marisé García, presidenta de la Asociación de Fomento de Ordenación Agro Forestal (Afoaf), con sede en A Estrada. Recordó que los procesos de las concentraciones parcelarias suelen durar bastantes años —en algunos casos, incluso decenios—, con lo que el título de propiedad a veces se acaba entregando a alguien que ya murió.

Tampoco es raro que una herencia quede sin ejecutar, con lo que el monte que forme parte de ese conjunto de bienes acabe sin uso. García mostró una impresión favorable a la investigación sobre la titularidad de terreno abandonado, aunque con un matiz: puede que ese monte no sea de dueño desconocido sino que forme parte de una herencia sin ejecutar. De todos modos, sí le parece interesante que se investigue la propiedad y que se busquen vías para la gestión de terreno abandonado: «Así, non só se podería mellorar a xestión senón que tería futuro o medio rural».

Doble tributación

En el funcionamiento de las sofor también pesa, desde el punto de vista de los socios, el problema de la fiscalidad. Una entidad está obligada a tributar un 25 % por sus ingresos, pero cada socio tiene que hacerlo también (un 19 %) por separado cada vez que tiene beneficios. Francisco Veiga, directivo de la Sofor Monte de Candedo, denuncia que «non ten sentido converter aos pequenos propietarios en empresarios».

Así las cosas, se solicita otro tipo de gravamen, algo que se podría conseguir si a estas sociedades se les diese otra consideración: «Se fosen recoñecidas como entidades de valor social, a fiscalidade sería outra», dijo este lunes Veiga.

Una forma de luchar por el futuro del medio rural

La reunión de la semana pasada —en la que estuvieron presentes el conselleiro de Medio Rural, José González, y el director xeral de Planificación e Ordenación Forestal, José Luis Chan— dejó una buena impresión en responsables de la asociación de sofores. Además de las reivindicaciones tratadas en el encuentro, los directivos subrayan que su trabajo, al que dedican tiempo libre, es una lucha contra el abandono del campo y en favor de su futuro.