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Ganado en el monte: una forma de luchar contra los incendios que recibe ayudas en Lugo

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Caballos en una zon de monte comunal de Abadín incluida en este programa
Caballos en una zon de monte comunal de Abadín incluida en este programa CEDIDA

Comuneros de nueve municipios logran subvenciones de un plan que promueve la Diputación

10 ago 2022 . Actualizado a las 20:47 h.

Ganadería en el monte contra los incendios. Ese es el criterio del programa de prevención del fuego que está en marcha en nueve municipios de la provincia de Lugo, en los que comunidades de montes han recibido ayudas para la limpieza de cortafuegos. La limpieza se ha llevado a cabo teniendo animales que pastasen en zonas de cortafuegos, que de ese modo quedaban a salvo de los incendios.

Abadín, Castroverde, Friol, Sarria, Mondoñedo, O Valadouro, Ourol, Viveiro y Xove son los municipios donde se ha aplicado este sistema, que ha abarcado más de 300 hectáreas de monte. Ese pastoreo preventivo se ha realizado con ganado vacuno, caballar, ovino y caprino. La medida forma parte del programa O que non arde, que impulsa el área de Medio Rural de la Diputación de Lugo y que se ha convocado por segunda vez.

La segunda edición ha supuesto un importante cambio. En la primera se dieron ayudas a ayuntamientos para que ejecutasen trabajos de limpieza y de desbroce en zonas de cortafuegos. Con esa convocatoria, según fuentes de la Diputación, se consiguió limpiar unas 30 hectáreas. En esta segunda fase se modificaron los destinatarios de las ayudas, que se dirigieron a comunidades de montes y también a comuneros a título individual. Con ello se logró un importante aumento de la superficie limpiada, que prácticamente se multiplicó por diez, pero se consiguió además otro propósito: se ofreció además una ayuda al sector primario, apoyando la ganadería extensiva.

Ayudas de la PAC

Aunque las dos convocatorias ejecutadas han tenido rasgos muy diferentes, la Diputación no solo destaca que en la segunda edición ha aumentado considerablemente la superficie sino que considera que este es el rumbo adecuado para el programa. En primer lugar, el terreno limpiado rebasa las 300 hectáreas incluidas en las ayudas, puesto que los animales no se quedan solo en una zona concreta de monte y se mueven también por el entorno de los cortafuegos. En segundo lugar, los beneficiarios de las subvenciones tuvieron que elaborar planes para inscribir los terrenos en el registro público de superficies de pastoreo y tramitar las ayudas de la Política Agraria Común (PAC).

Por ello, como destacó la diputada Mónica Rancaño este martes, el programa supone una forma de actuar contra el abandono del campo. «Temos que apoiar á xente que segue activa no rural e que realiza actividades silvícolas e de aproveitamento silvopastoril co seu gando», dijo. El plan permite además una actividad mixta en el monte, en donde se combina la ganadería con la actividad forestal y en donde los animales cumplen una función valiosa al limpiar terrenos de difícil acceso. Así las cosas, se da por seguro que el plan llegará también a una tercera edición