La gallega es la segunda comunidad que más anuncios sube a Vacapop, la app de compraventa de animales. Vacas, caballos o cerdos son los reyes de una plataforma con 42.000 descargas
11 jul 2023 . Actualizado a las 11:14 h.Si en Wallapop se venden muebles, prendas de ropa o incluso vehículos, ¿por qué no vender ganado? Ese es a grandes rasgos el razonamiento que hicieron Marta González y su equipo para desarrollar la aplicación que arrasa entre el sector primario. Su nombre es Vacapop y su origen está en Asturias, en Pola de Lena. «Nosotros somos de esta zona y vimos la necesidad real que había entre los vecinos. Al final, si eres del entorno rural o eres de familia de ganaderos, directamente tienes esa sensibilidad», explica la joven, que es la CEO de la compañía.
Vacapop arrancó en el año 2020 y el hecho de que fuese en plena pandemia es mera casualidad. Su equipo llevaba ya tiempo realizando trabajo de campo y detectando qué necesitaban aquellos que dedicaban su vida al ganado. «Las búsquedas de animales en internet no eran fructíferas. La información estaba desordenada. Decidimos ponernos las pilas y desarrollar una plataforma útil de verdad. Yo creo que parte del éxito es que los ganaderos siempre han colaborado». Ese éxito se traduce en 42.000 descargas de la app, que es gratuita, y una media de 300 ventas cada día.
«A la ganadería hay que darle herramientas para que tenga mayor alcance. Eso es dárselo también al medio rural», comenta Marta, desmontando el mito de que el campo y la tecnología están completamente desconectados. «Eso es un error. Todo el mundo quiere lo mejor de la tecnología y en estos lugares pequeños también. ¿Sabes qué? Yo vivo en una aldea de 30 personas, tengo yeguas y las tengo localizadas en el monte por GPS. También tengo cámaras con las que he vigilado los partos», dice divertida ejemplificando que el medio rural y el digital pueden ser grandes cómplices.
Gratis y sencillo
«Esta aplicación es un espacio amigable donde cierras acuerdos con otros ganaderos. También les damos información útil. Nos sorprenden los datos, pero la verdad es que ha sido todo boca a boca. Ya tenemos usuarios en toda España. Principalmente en Asturias, Galicia y el País Vasco. La cuarta comunidad es Andalucía», dice Marta González que capitanea un equipo de asturianos que ha detectado que la conexión con Galicia también funciona en este sentido. «Vemos muchas oportunidades».
El uso de Vacapop no puede ser más sencillo. «La aplicación está pensada para particulares. También pueden usarla aquellos que tengan grandes ganaderías, pero en principio es para profesionales pequeños. Quien lo desee, publica su anuncio y los interesados contactan con el vendedor por un chat interno». Ahí termina el trabajo de Vacapop. Ellos no se llevan porcentaje alguno de las transacciones. Su modelo de negocio son los proveedores que se quieran anunciar en la plataforma. Ellos buscan además generar comunidad y ofrecerle, por ejemplo, descuentos a sus usuarios. Quieren generar un ecosistema que aporte. «Tenemos usuarios de todo tipo. Ya no es como antes que se decía que solo la usaba gente joven. La horquilla estará entre los 25 y los 55 años. Si quieren vender, solo tienen que subir la foto del animal. Pero lo que está claro es que ha habido una renovación de la generación que se dedica a esto. En los pueblos hay bastante gente joven».
Ante la pregunta de lo que más se vende, un «depende» muy gallego. «Va por zonas. Aquí en el norte, sobre todo vacas y caballos. En Galicia, vaca Limousin y rubia gallega. La gallega es ahora mismo la segunda comunidad donde más anuncios tenemos. Yo creo que al ser limítrofes con Asturias ha vuelto a funcionar el boca a boca». Eso y el trabajo que hacen acudiendo a centros neurálgicos del sector, como las ferias de ganado. «Son importantes. Tenemos un proyecto para implicar a entidades públicas y ayuntamientos, entre otros. Queremos digitalizar la feria, llevarla a la app. Que puedan mostrar lo que van a llevar allí». Aunque Marta tiene familia ganadera, ella no estaba relacionada con el sector. Ella se graduó en Publicidad y Relaciones Públicas en Salamanca, e incluso trabajó en Madrid. Después decidió hacer el viaje de vuelta a casa. «No sé qué pasará en el futuro, pero como se vive aquí no se vive en ningún sitio. Yo me vía fuera de mi hábitat. Desde aquí se puede trabajar en remoto y eso es genial, es el futuro. Y hacemos crecer el medio rural. La verdad es que es un secreto que no deberíamos contar a voces», dice riendo.