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Acruga busca conseguir más espacio para la recría por la alta demanda de novillas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Ejemplares en la subasta que Acruga realizó el año pasado en Pedrafita do Cebreiro.
Ejemplares en la subasta que Acruga realizó el año pasado en Pedrafita do Cebreiro. ALBERTO LÓPEZ

La entidad pretende aumentar la actividad con la colaboración de la Diputación, en la Granja Gayoso Castro

29 ago 2023 . Actualizado a las 20:19 h.

La posibilidad de aumentar la recría de novillas de ternera gallega depende de la consecución de más espacio. La asociación de criadores (Acruga) necesitaría para ello la colaboración de la Diputación, que ya aporta espacio en Castro de Ribeiras de Lea, dentro de la Granja Gayoso Castro, para esa actividad. El momento que vive la ganadería de carne, con demanda de ganaderos por hacerse con más novillas, obliga claramente a pensar en incrementar la recría.

La prueba más evidente de ese interés se nota en las subastas, como admitió ayer el presidente de Acruga, César Dorado. En las pujas del 2022 se alcanzó un precio medio de 2.352 euros, y en las de este año, en el que aún quedan algunas subastas por celebrar, se mantuvo esa tendencia. En la primera de este 2023, que tuvo lugar en Becerreá, el precio medio estuvo en 2.600 euros, y una novilla llegó a venderse en 3.300. Para Dorado, la incorporación de nuevos criadores y la ampliación de explotaciones de algunos que se dedican a la actividad explican esa demanda de reses.

El sistema funciona con la compra y con la venta. Acruga adquiere los animales, que paga, como detalló a unos seis euros por kilo canal más IVA. Cuando se hace con ellos, tienen unos ocho o nueve meses; cuando los vende, en las subastas que tienen lugar a lo largo del año, están cerca de los dos años.

En Castro de Ribeiras de Lea se realiza la recría de unas 120 novillas. Dorado explicó ayer que había mantenido algún contacto con la Diputación por este asunto, y comentó que aunque todavía no se había concretado nada, la demanda del sector podía hacer pensar en duplicar el número de ejemplares de recría.

Por otro lado, el interés de Acruga por aumentar la superficie y las reses de recría está relacionada con una cuestión que afecta a buena parte del campo gallego, la falta de base territorial. Así, apuntó Dorado, hay ganaderos que se ven imposibilitados para recriar en sus explotaciones por carecer de terreno suficiente, por lo que la intervención de la asociación de criadores resulta decisiva para que logren ese objetivo.

El máximo responsable de Acruga manifestó que esa interés de criadores por disponer de novillas era un reflejo del interés por la carne de rubia gallega. «Para saber realmente o que vale a rubia galega, hai que saír de Galicia», aseguró Dorado para referirse a la demanda de la carne de vacuno.

Defensa de las permutas

Sobre la posibilidad de conseguir más terreno, Dorado explicó que iniciativas como la del Concello de Friol, pionero en Galicia en impulsar permutas de fincas agrarias para personas que viven en el campo, eran necesarias y dignas de imitarse en otros municipios. «Que se mentalicen os gandeiros», recalcó.