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Ribeira de Piquín, el Concello que cría y vende porco celta para impulsar la ganadería

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

GANADERÍA

CEDIDA

El Ayuntamiento explota nuevas vías con porcino criado al aire libre

12 ene 2024 . Actualizado a las 08:22 h.

El Concello de Ribeira de Piquín (cuya población apenas llega a los 497 habitantes) predica con el ejemplo. El Ayuntamiento de este municipio del oriente de Lugo, surcado por el río Eo, ha apostado fuerte para lograr que en su territorio crezcan y se desarrollen proyectos relacionados con la ganadería y la agricultura. Y para lograrlo, el consistorio ha puesto en marcha un importante paquete de medidas en el que también se incluyen varias actividades de demostración. Para estudiar vías de futuro relacionadas con el sector primario, el concello creó hace un tiempo la Fundación TerrEO, cuyos trabajos, además, han tenido desde el primer momento una parte práctica de la que ya se empiezan a ver resultados.

La venta de porco celta es un ejemplo de ello. Decenas de ejemplares de este animal salen de un criadero —que comenzó el año pasado su actividad en el ayuntamiento— para ser vendidos a una empresa del municipio vecino de A Fonsagrada. Los animales salen del criadero y es la empresa la que se encarga del sacrificio, despiece y comercialización de la carne. El proceso en sí mismo no supone aparentemente ninguna innovación, pero en este caso la novedad es que detrás de todo esto está un organismo público.

Para el alcalde, Roberto Fernández, la explicación es bastante sencilla: «Somos criadores», dice. Desde que se puso en marcha la iniciativa, del criadero han salido cien animales, 50 a principios del año pasado y 50 a comienzos de este 2024. Quedan doce, que también se comercializarán próximamente.

Los cerdos están todo el día al aire libre, en terrenos que la Fundación TerrEo alquiló a la comunidad de montes de Mestre. En esa zona —son diez las hectáreas arrendadas, como precisa Fernández— hay pinos, y los animales comen lo que encuentran. Por otro lado, está previsto limpiar una parte de terreno plantado con frondosas. De esta forma, tal y como explica el alcalde, la abundancia de productos silvestres será mayor. Además, la alimentación de los animales —que llegan al criadero con pocas semanas, para salir varios meses después— en los primeros meses se completa con pienso.

La Fundación TerrEO cuenta actualmente con tres empleados, que se ocupan, entre otras tareas, de la atención a los animales.

 Comercializar directamente

Si se cumplen los planes marcados, el siguiente paso que seguirá el Ayuntamiento irá encaminado a comercializar ellos directamente la carne de los animales: «Todos sabemos que a fase da transformación é a que máis complicación ten, pero sabemos o que queremos e queremos transformar», explica Fernández. Además se acaba de aprobar una ordenanza reguladora que permite también la venta a particulares, una muestra de que la apuesta agropecuaria de Ribeira de Piquín es firme.

Un proyecto que incluye también la plantación de kiwis y el estudio de otros cultivos

Las medidas de la Fundación TerrEO se dirigen también a la agricultura, aunque en este caso los resultados, por razones biológicas, tardan más en ser visibles. La parte agrícola incluye una plantación de kiwi en una superficie de dos hectáreas, con la previsión de que dentro de dos años se comercialice la primera cosecha. Por otro lado, se ha encargado un estudio para analizar qué otras plantas, frutales y hortícolas, se pueden cultivar. El punto de partida para la actividad agraria resulta favorable, ya que se trata de terrenos situados a unos 200 metros de altitud, sin mucha pendiente y con agua asegurada por el funcionamiento de un sistema de riego.

La idea de unas vías de futuro asentadas sobre el aprovechamiento de los recursos locales abarca también la recuperación de una piscifactoría situada junto al río Eo. Hasta el funcionamiento de la propia Fundación tiene, en su parte burocrática, un criterio de reutilización, ya que el Concello de Ribeira de Piquín acaba de firmar con la Diputación un convenio para mejorar dependencias de una antigua escuela en donde se instalarán las oficinas de ese organismo.